Clima y agro: Semana de calor, lluvias y heladas que ponen en alerta al campo Argentino
El agro argentino enfrenta una semana de contrastes extremos, con calor, tormentas y riesgo de heladas que pueden afectar la siembra y el estado de los cultivos.
El último informe de Perspectivas Agroclimáticas de la Bolsa de Cereales, correspondiente al período del 23 al 29 de octubre de 2025, anticipa un escenario climático tan cambiante como desafiante para la producción agrícola. La semana comenzará con temperaturas elevadas, acompañadas por el paso de un frente de tormenta que provocará precipitaciones de variada intensidad sobre gran parte del área agrícola del país. El norte y el centro recibirán los mayores aportes, con lluvias abundantes, mientras que el oeste y parte de Cuyo volverán a quedar al margen, con registros escasos o nulos.
Pero lo más destacado del pronóstico es lo que viene después del frente: el ingreso de una masa de aire polar que traerá un brusco descenso térmico y heladas generalizadas en las zonas serranas y cordilleranas del oeste, además de heladas localizadas en las serranías bonaerenses. Esta combinación de calor extremo, lluvias intensas y frío repentino pone en jaque a los cultivos en pleno desarrollo y genera preocupación en los productores.
En la Región Pampeana, donde la siembra de maíz y soja temprana está en marcha, los técnicos advierten que estas oscilaciones podrían generar estrés térmico y pérdidas de stand en los lotes más adelantados. "Estamos en una montaña rusa climática", resumió un ingeniero agrónomo del sur de Córdoba. "Pasamos de 35°C a riesgo de heladas en menos de una semana; eso no hay cultivo que lo tolere sin daño".
Las lluvias, por su parte, serán un alivio parcial para sectores del norte y centro del país, pero insuficientes en el oeste y Cuyo, donde la humedad sigue sin alcanzar niveles óptimos. Este comportamiento irregular acentúa la disparidad entre regiones y dificulta la planificación agronómica, en un momento clave para definir estrategias de fertilización y control sanitario.
El informe también proyecta que, hacia el final del período, volverán los vientos del trópico, generando un nuevo aumento térmico con marcas superiores a 30°C en gran parte del norte y centro. Esta secuencia -calor, lluvias, frío y calor nuevamente- representa un desafío adicional para el manejo de cultivos de invierno, especialmente el trigo y la cebada, que transitan etapas decisivas de llenado de grano.
Mientras tanto, el panorama regional muestra contrastes. En Brasil, el mismo reporte indica temperaturas máximas superiores a 35°C e incluso 40°C en zonas del Cerrado y la Amazonia, con precipitaciones escasas y tardías. Esto significa que la región agrícola del Mercosur enfrenta simultáneamente exceso hídrico y déficit de agua, una combinación que puede alterar los flujos comerciales y los precios de los granos en el corto plazo.
El clima, cada vez más errático, vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de estrategias de adaptación, con mayor inversión en tecnología, pronóstico y seguros agrícolas. Para la Argentina, donde el peso de la producción agroexportadora es decisivo, la clave estará en aprovechar las ventanas climáticas favorables y minimizar los impactos de los eventos extremos que ya se repiten con mayor frecuencia.
En síntesis, la semana dejará un escenario de alta volatilidad climática: calor intenso, tormentas generalizadas y riesgo de heladas que pondrán a prueba la resistencia del campo argentino. El desafío será, una vez más, mantener la producción en marcha en medio de un clima que no da tregua.