El aguacate colombiano gana terreno: 25 predios certificados en Quindío y presencia en más de 40 mercados
El Seminario Regional de Aguacate reunió a más de 1.100 asistentes y permitió entregar certificaciones en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). El país afianza su proyección como potencia agroalimentaria sostenible.
El Seminario Regional de Aguacate, celebrado en el departamento del Quindío, se convirtió en un hito para la consolidación del sector en el país. Con la participación de más de 1.100 personas -entre productores, gremios, entidades públicas, universidades y exportadores-, el encuentro permitió certificar 25 predios en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), garantizando que el aguacate colombiano cumple con los estándares internacionales de calidad, inocuidad y sostenibilidad.
El evento, liderado por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), se enmarca dentro de la estrategia de fortalecer la Agricultura Campesina, Familiar, Étnica y Comunitaria (Acfec), además de proyectar al país como potencia agroalimentaria sostenible.
"Estamos cuidando el agua, los bosques y la biodiversidad; nuestro compromiso es con la sostenibilidad, la dignidad de los productores y la seguridad alimentaria del país", señaló Ana María Martínez, gerente seccional del ICA en Quindío.
Entre 2024 y 2025, el Quindío registró un crecimiento superior al 30 % en toneladas exportadas de aguacate, confirmando el dinamismo del sector en el Eje Cafetero y el creciente interés internacional por la producción nacional. Actualmente, Colombia exporta aguacate a más de 40 destinos, incluyendo Estados Unidos, la Unión Europea, Japón, China, Corea del Sur, Chile y Argentina.
Este alcance convierte al aguacate en un producto emblemático de la Reforma Agraria y en pieza clave de la estrategia de apertura comercial del país. "Colombia está exportando un aguacate con verdad, transparencia y rigurosidad técnica. Cada fruto que llega a Nueva York o Tokio es una garantía de calidad, sostenibilidad y paz desde nuestros territorios", destacó Luis Gerardo Arias Rojas, supervisor de Protección Vegetal del ICA.
Un espacio de innovación y construcción colectiva
Más allá de las certificaciones, el Seminario Regional de Aguacate fue un espacio de encuentro y articulación entre comunidades, instituciones y productores. Con apoyo del Sena, se abordaron temas clave para el futuro del sector:
Prevención, vigilancia y control en los procesos productivos.
Innovación en nutrición, sostenibilidad y polinización.
Nuevos modelos productivos con enfoque ambiental y social.
Seguridad alimentaria y acceso a alimentos sanos.
Estas discusiones reflejan una apuesta por un modelo productivo que prioriza la sostenibilidad ambiental y social, integrando a las comunidades rurales en cadenas de valor que generan empleo digno y desarrollo territorial.
El evento también sirvió para desmitificar la idea de que el aguacate es un monocultivo depredador. Los expertos destacaron que, cultivado bajo buenas prácticas agrícolas, el aguacate puede ser un aliado del suelo, de las fuentes hídricas y de la biodiversidad.
En este sentido, la certificación en BPA no solo respalda el acceso a mercados internacionales, sino que también garantiza que la producción se realiza bajo criterios de respeto ambiental y responsabilidad social. Esto permite proyectar al aguacate colombiano no solo como un producto competitivo, sino como un símbolo de cómo la agricultura puede contribuir a la paz y el desarrollo rural sostenible.
Proyección internacional
El reconocimiento del aguacate colombiano en mercados exigentes refuerza su posicionamiento como fruta insignia de exportación. Con un consumo en aumento a nivel global y una demanda sostenida en segmentos de alto poder adquisitivo, la producción nacional tiene oportunidades crecientes para expandirse.
El reto, sin embargo, está en mantener la rigurosidad técnica y ampliar la cobertura de predios certificados, de manera que más productores puedan beneficiarse de los mercados internacionales. En este proceso, el papel de las instituciones y de las alianzas público-privadas será decisivo para consolidar una oferta competitiva y sostenible.
El Seminario Regional de Aguacate en Quindío dejó claro que el país cuenta con las capacidades para seguir avanzando. Las certificaciones en BPA, el compromiso de los productores y el respaldo institucional son señales de que el aguacate colombiano seguirá abriéndose paso en el mundo, fortaleciendo no solo las exportaciones, sino también el desarrollo rural y la seguridad alimentaria.