Colombia logra exportaciones récord de café por US$ 5.500 millones en 2025
Las ventas externas del café colombiano alcanzan su mayor valor histórico, impulsadas por precios internacionales altos y una fuerte demanda en EE. UU.
El café colombiano vive un año sin precedentes. En 2025, las exportaciones del grano superaron los US$ 5.500 millones, el nivel más alto de su historia, con un crecimiento del 30 % respecto al récord anterior registrado en 2024, cuando se habían exportado US$ 3.000 millones.
Según Gustavo Gómez, presidente de la Asociación de Exportadores de Café de Colombia (Asoexport), el café se ha convertido en el principal motor del comercio exterior no minero del país. "El volumen exportado crece a ritmos del 12 % anual gracias a los buenos precios internacionales. El café está salvando la patria", señaló.
El precio internacional del grano, que actualmente se sitúa por encima de los US$ 4 por libra, representa un incremento del 68 % en comparación con 2024. Esto se traduce en un ingreso promedio de 3,14 millones de pesos por carga para los productores, un margen que, aunque no constituye una bonanza histórica, sí marca un alivio frente a los años de precios bajos.
Expertos como el economista Aurelio Suárez advierten que los valores actuales, aunque elevados, no se comparan con la "bonanza cafetera" de finales de los años 70, cuando la libra alcanzó los US$ 2,77, equivalentes hoy a cerca de US$ 12 ajustados por inflación.
EE. UU. sigue siendo el mercado más estratégico
El café colombiano se exporta actualmente a más de 110 países, pero Estados Unidos continúa siendo el principal destino, concentrando el 40 % de los envíos por su cercanía, eficiencia logística y reconocimiento de marca.
Un estudio reciente de la National Coffee Association (NCA) reveló que, al preguntar a los consumidores estadounidenses qué país asocian con el café, la respuesta más frecuente fue Colombia, tanto en origen como en calidad. "Ese posicionamiento es fruto de décadas de inversión y trabajo conjunto entre los caficultores, la Federación Nacional de Cafeteros y las empresas exportadoras", explicó Gómez.
Sin embargo, el gremio observa con cautela la nueva política arancelaria de Estados Unidos, que desde abril impuso un arancel mínimo del 10 % a todos sus socios comerciales. Hasta el momento, esta medida ha favorecido relativamente a Colombia, ya que sus competidores directos -como Brasil y Vietnam- enfrentan aranceles más altos, del 50 % y 25 % respectivamente, encareciendo sus exportaciones hacia el mercado norteamericano.
Aun así, la situación genera incertidumbre. "No sabemos cuánto durará esta ventaja, pero sí tenemos claro que la calidad del café colombiano es superior y debemos mantener ese diferencial", añadió el dirigente.
La imposición de aranceles también ha modificado los flujos globales de comercio, desplazando parte del café brasileño hacia Asia y Europa. Esto ha reforzado temporalmente la posición colombiana en Estados Unidos, aunque los exportadores reconocen que cualquier deterioro en las relaciones diplomáticas entre Washington y Bogotá podría afectar directamente los ingresos del sector.
Tensiones diplomáticas y futuro del mercado
Gómez instó a mantener una gestión diplomática cuidadosa entre ambos gobiernos para evitar impactos sobre un mercado construido a lo largo de décadas. "Las diferencias deben tramitarse a través de los canales diplomáticos, porque lo que está en riesgo son los ingresos de miles de familias cafeteras", subrayó.
Según Asoexport, un eventual cierre o reducción del mercado estadounidense tendría efectos inmediatos sobre el precio de referencia interno, reduciendo la rentabilidad y la estabilidad económica de las regiones productoras.
Aunque por ahora no se ha sentido un impacto directo en la demanda, los analistas advierten que el aumento de los aranceles podría trasladarse gradualmente a los consumidores. Actualmente, el sobrecosto del 10 % se ha distribuido entre todos los eslabones de la cadena -productores, exportadores, tostadores y minoristas-, evitando una subida abrupta en el precio final.
"Los precios al consumidor no pueden aumentar al mismo ritmo que la materia prima, porque castigarían el consumo. El equilibrio depende de toda la cadena", explicó Gómez, quien adelantó que el futuro del mercado será uno de los ejes centrales de la Cumbre Cafetera 89, organizada por Asoexport y Analdex, que se realizará el 6 y 7 de noviembre en Cartagena.
El encuentro analizará también las perspectivas de producción en Brasil y Vietnam, los dos mayores caficultores del mundo, y su efecto sobre los precios internacionales en 2026.
Mientras tanto, el café colombiano sigue consolidando su papel como símbolo de calidad, resiliencia y competitividad, un estandarte que, aun en medio de la incertidumbre arancelaria global, continúa sosteniendo las exportaciones y el orgullo agrícola del país.