Colombia

El precio de la carne sube 9% en cuatro meses mientras el cerdo cae 5%

El mercado ganadero colombiano muestra una tendencia desigual: la carne bovina se encarece por mayor demanda y costos de engorde, mientras la porcina pierde dinamismo.

En los últimos cuatro meses, el precio de la carne bovina en Colombia aumentó 9,1%, mientras que la carne de cerdo registró una caída de 5%, de acuerdo con los informes mensuales de Central Ganadera y Porkcolombia.
El análisis, basado en los valores promedio de junio a los primeros 15 días de octubre, muestra una diferencia marcada entre ambas proteínas, influenciada por factores productivos, estacionales y de consumo.

Según los datos, el kilo de carne bovina pasó de $10.308 en junio a $11.251 en octubre, un incremento de $943 por kilo en promedio. En contraste, el precio del cerdo cayó de $8.544 a $8.120, lo que equivale a $454 menos en el mismo periodo.
Este comportamiento divergente refleja una mayor presión sobre el mercado de la res, que sigue siendo el principal componente de la dieta cárnica en el país.

De acuerdo con Óscar Cubillos, director de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán, el alza reciente podría desacelerar el consumo. "Si el precio sigue subiendo, es muy posible que el consumo se frene un poco, y eso eventualmente haría que los precios vuelvan a estabilizarse", explicó.

Entre la faena, la oferta y la intermediación

El comportamiento de los precios bovinos muestra una tendencia irregular. Entre junio y julio hubo una caída de 1,9%, seguida de un repunte de 4,5% en agosto, una leve baja de 0,3% en septiembre y finalmente un salto de 6,8% en octubre, el más alto del año.
Según Fedegán, los machos cebados son los que más inciden en el costo final, ya que concentran la planificación de engorde y faena, etapas críticas en la formación del precio al consumidor.

Por su parte, la carne porcina mantiene un ciclo de producción más corto y estable, lo que permitió compensar parte del impacto de los costos de insumos. En los últimos meses, la proteína porcina experimentó un descenso constante, con pequeñas variaciones positivas en julio y agosto (0,1%), insuficientes para revertir la tendencia bajista.
Esta reducción ha favorecido el consumo de cerdo, que según Porkcolombia alcanzó 14,7 kilos per cápita en 2024, frente a los 13,4 kilos del año anterior. La carne de res, en tanto, creció de 16,5 a 17,4 kilos por persona, consolidándose como la más demandada en el país.

No obstante, el exviceministro de Asuntos Agropecuarios, Juan Gonzalo Botero, advirtió que la industria enfrenta "un problema de intermediación bastante complicado entre ganaderos, frigoríficos y comercializadores", lo que distorsiona los precios reales y afecta la competitividad del sector.
A esto se suma la alta informalidad, que incide en la trazabilidad y en la llegada del producto a los canales de venta formales.

Según el DANE, el comportamiento de la carne bovina fue uno de los principales factores que impulsaron la inflación alimentaria de septiembre, especialmente en las categorías de cadera, lomo fino y bola de pierna, cuyos precios aumentaron entre 3% y 5% en el mercado minorista.
La cadera pasó de $29.327 a $30.589 por kilo (+4,3%), el lomo fino de $42.350 a $43.773 (+3,3%), y la bola de pierna de $28.504 a $29.940 (+5,05%).

Para los consumidores, estas variaciones se traducen en una presión directa sobre el gasto alimentario, especialmente en hogares de ingresos medios y bajos, donde la carne de res es un componente central del menú diario.

El impacto también se asocia a problemas de productividad en los hatos, abigeato y bajos niveles de tecnificación, que reducen la oferta formal y elevan los costos logísticos.
Los gremios ganaderos insisten en la necesidad de fortalecer la cadena de valor, reducir la intermediación y mejorar la eficiencia en los procesos de comercialización, para evitar que el consumidor final absorba las distorsiones del mercado.

Agrolatam.com
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