El clima desafía al café colombiano: fuerte caída de la producción en junio pese al buen semestre
Las lluvias intensas golpearon las zonas cafeteras de Colombia y provocaron una baja del 22% en la producción mensual de junio. A pesar del tropiezo, el primer semestre muestra un crecimiento positivo y exportaciones en alza.
El café colombiano, famoso por su suavidad y calidad, vivió en junio un fuerte revés climático. Según informó la Federación Nacional de Cafeteros, la producción cayó un 22% interanual, alcanzando los 909.000 sacos de 60 kilos, frente a los 1,17 millones de sacos del mismo mes de 2024.
Las intensas lluvias en las zonas cultivadas fueron el principal factor detrás de esta caída, que se convierte en la tercera baja mensual consecutiva respecto al año anterior. No obstante, el dato de junio representó una ligera mejora respecto a mayo, cuando la producción fue de 819.000 sacos.
Pese a este panorama adverso en el corto plazo, el primer semestre de 2025 dejó un balance positivo. La cosecha acumulada entre enero y junio alcanzó los 6,21 millones de sacos, lo que representa un incremento del 7% respecto al mismo periodo del año anterior. Las exportaciones también mostraron un repunte, con 6,38 millones de sacos exportados en el semestre, es decir, un 11% más que en 2024.
En términos interanuales, la recuperación es aún más sólida. En los últimos 12 meses, la cosecha acumulada llegó a 14,3 millones de sacos, con un aumento del 18%, mientras que las exportaciones sumaron 12,9 millones, creciendo un 15%.
En 2024, Colombia cerró el año con una producción total de 13,9 millones de sacos, lo que representó un crecimiento del 23%. Esto marcó una importante recuperación frente a los años previos, en los que eventos climáticos como La Niña y enfermedades como la roya habían mermado los rendimientos.
Colombia es el tercer productor mundial de café, después de Brasil y Vietnam, y el principal exportador global de café arábigo lavado. Con 840.000 hectáreas cultivadas y unas 540.000 familias cafeteras, el sector representa uno de los pilares más importantes de la economía rural y de las exportaciones agrícolas del país.
El desafío actual es mantener la estabilidad productiva ante un clima cada vez más impredecible. Las lluvias excesivas afectan la floración y maduración del grano, además de dificultar las labores de recolección y poscosecha. Aun así, la resiliencia del sector cafetero colombiano se refleja en su capacidad de sostener exportaciones en alza, incluso cuando la producción mensual se ve golpeada.
Las autoridades cafeteras destacan que se sigue trabajando en programas de renovación de cafetales, investigación genética, prácticas sostenibles y acceso a tecnologías de adaptación climática. Estos esfuerzos apuntan a mantener la productividad, calidad y competitividad del café colombiano en un mercado global cada vez más exigente.
El comportamiento del segundo semestre será clave para confirmar si Colombia puede acercarse a su capacidad máxima de producción anual de 14 millones de sacos. De momento, el mercado internacional sigue confiando en el grano colombiano, y las exportaciones siguen siendo un motor clave de ingreso de divisas.