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Nitrógeno y Agricultura: Motores del crecimiento global hacia 2034

La demanda agrícola, la industria tecnológica y las iniciativas verdes disparan el valor del mercado mundial del nitrógeno, proyectado a más de USD 94 mil millones. América Latina se prepara para jugar un rol estratégico en esta expansión.

El comercio agrícola global y la presión por una producción sustentable están alimentando una transformación en los mercados de insumos estratégicos. Entre ellos, el nitrógeno se destaca como un actor clave tanto para la seguridad alimentaria mundial como para el desarrollo de nuevas tecnologías limpias. De acuerdo con proyecciones actualizadas, el mercado mundial del nitrógeno pasará de USD 40.020 millones en 2024 a USD 94.750 millones en 2034, en un contexto donde la agricultura, la industria electrónica, la salud y la tecnología verde confluyen como ejes de crecimiento.

El principal motor de esta expansión es la agricultura. Los fertilizantes nitrogenados continúan liderando la demanda, con una tasa de crecimiento anual compuesta (TCAC) estimada en 9%. La FAO proyecta un aumento del 3,5% anual en el consumo global de fertilizantes, impulsado por el crecimiento poblacional y la necesidad de mayor rendimiento por hectárea. América Latina, con su peso creciente en las exportaciones agroalimentarias, se posiciona estratégicamente para capitalizar esta demanda, especialmente a través de prácticas agrícolas más tecnificadas y sostenibles.

A la par, el uso industrial del nitrógeno también gana tracción. En la industria electrónica, su rol en la fabricación de semiconductores y dispositivos de alta precisión se proyecta en expansión, con un crecimiento anual del 5%. También destaca su aplicación en la atención médica, especialmente en criopreservación y gases medicinales, que mantienen una demanda estable a nivel global. Se estima que para 2034, la producción mundial alcanzará las 250 millones de toneladas métricas, frente a las 150 millones de 2024, reflejando el crecimiento transversal del insumo.

En el plano de la sustentabilidad, el nitrógeno se convierte en un recurso clave para las nuevas economías verdes. La inversión en proyectos de amoníaco verde -una alternativa limpia para el transporte marítimo y la industria pesada- crece a tasas del 20% anual, según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA). Además, las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono están siendo incorporadas por empresas del sector químico y energético para reducir su impacto ambiental, lo que eleva la relevancia estratégica del nitrógeno en la transición hacia una industria baja en emisiones.

En este escenario, América Latina tiene un papel relevante por jugar. Su ventaja comparativa en recursos naturales, la disponibilidad de tierras cultivables y el acceso a energías renovables posicionan a la región como un polo potencial para la producción de fertilizantes y derivados del nitrógeno. Países como Brasil, México, Chile y Argentina ya evalúan inversiones en infraestructura agroindustrial, mientras que los marcos de acuerdos comerciales como el T-MEC, MERCOSUR y la Alianza del Pacífico pueden facilitar la integración con los grandes centros de demanda.

Sin embargo, el mercado no está exento de desafíos. Las regulaciones ambientales más estrictas, especialmente en Europa, están elevando los costos operativos en un 12% anual, forzando a los productores a invertir en tecnologías de reducción de emisiones. Además, la volatilidad del gas natural -materia prima base para la producción de amoníaco- ha incrementado los costos de producción, con aumentos de hasta un 15% reportados por la Agencia Internacional de Energía. A esto se suman los altos costos de adopción tecnológica, como la separación por membranas o la digitalización de procesos, que si bien prometen mayor eficiencia, requieren inversiones iniciales significativas.

El comportamiento de los precios también refleja la complejidad del mercado. En 2023, los precios del nitrógeno aumentaron un 8%, impulsados por la suba del gas natural. A nivel regional, Asia-Pacífico mantiene menores costos de producción, mientras que Europa enfrenta precios más altos por su dependencia energética y restricciones regulatorias. En respuesta, las empresas están incorporando modelos de precios asistidos por inteligencia artificial, que han permitido mejorar márgenes hasta en un 2% y ajustar los precios promedio de venta en un 3%, según informes de Chemical Week.

La segmentación del mercado también muestra cambios relevantes. El nitrógeno líquido lidera en valor, proyectado a crecer de USD 15.000 millones en 2024 a USD 35.000 millones en 2034, debido a su amplio uso en sectores de alto valor agregado. El nitrógeno gaseoso y comprimido mantiene su peso en aplicaciones industriales y agrícolas. Por tipo de uso, los fertilizantes siguen como la categoría de mayor crecimiento, mientras que la industria electrónica podría alcanzar los USD 10.000 millones para 2034. Los sectores de salud y alimentación también sostienen una demanda constante de nitrógeno de alta pureza, especialmente en procesos que requieren estándares estrictos de calidad y conservación.

En suma, el nitrógeno se consolida como un insumo transversal a múltiples cadenas de valor, desde la agroalimentaria hasta la tecnológica. Su disponibilidad, precios y trazabilidad serán variables estratégicas no solo para el comercio agrícola, sino también para las políticas de desarrollo industrial y sustentabilidad en América Latina y el mundo.

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