Banano bajo ataque: una trampa simple y natural supera a todas en la lucha contra el picudo negro
Una investigación en Bolivia puso a prueba distintas trampas elaboradas con pseudotallos de banano para controlar al picudo negro, una plaga que amenaza la producción. El manejo etológico mostró resultados prometedores y uno de los dispositivos duplicó la eficacia frente al resto.
Manejo etológico en banano: una alternativa natural para combatir al picudo negro
El cultivo de banano, uno de los más consumidos y comercializados a nivel global, enfrenta amenazas persistentes por plagas como el picudo negro (Cosmopolites sordidus), cuya presencia reduce rendimientos y calidad del fruto. Frente a esto, un equipo técnico en Bolivia experimentó con un enfoque innovador y amigable con el ambiente: el manejo etológico mediante trampas naturales.
Este método se basa en modificar el comportamiento del insecto plaga, apelando a estímulos sensoriales como el olor, la forma y el refugio. En este caso, se emplearon pseudotallos de banano combinados con melaza de dulce de banano como atrayente, una fórmula sencilla, de bajo costo y accesible para pequeños productores.
Trampas en competencia: ¿cuál atrapó más?
El estudio comparó cinco tipos de trampas:
Tipo disco
Tipo cuña
Tipo "V"
Tipo bisel
Testigo (sin atrayente)
A intervalos de 3, 6, 9 y 12 días se registró la cantidad de picudos capturados por cada dispositivo. Los resultados fueron reveladores:
Trampa tipo disco: 12 insectos
Trampa tipo cuña: 11 insectos
Trampa tipo "V": 22 insectos
Trampa tipo bisel: 132 insectos
Trampa testigo: 28 insectos
La trampa tipo bisel resultó la más eficiente, con una eficacia muy superior al resto, capturando más del 60% del total de insectos detectados en todo el ensayo.
Hacia una estrategia agroecológica replicable
Este ensayo demuestra que el manejo etológico con insumos locales puede ser una herramienta efectiva, económica y ambientalmente sustentable para el control del picudo negro, sin recurrir a insecticidas. Además, las trampas de pseudotallo se integran fácilmente a los sistemas de producción, ya que aprovechan residuos de la misma planta y pueden ser fabricadas por los propios agricultores.
El trabajo fortalece el enfoque agroecológico en zonas bananeras, particularmente en países como Bolivia, donde el cultivo tiene peso económico y social. De aplicarse a mayor escala, este tipo de manejo podría reducir pérdidas por plagas, disminuir la dependencia química y mejorar la resiliencia de los cultivos ante el cambio climático.