Costa Rica reafirma liderazgo piñero: la demanda internacional absorbe 250 contenedores sin dificultad
En medio de una cosecha abundante y precios estables, exportadores costarricenses aseguran que podrían colocar hasta 250 contenedores de piña al día sin problema, gracias al sostenido apetito de los mercados internacionales por esta fruta.
Con la confianza que otorga un mercado sólido, Costa Rica proyecta un escenario alentador para su industria piñera. Según referentes del sector, la demanda internacional mantiene un ritmo tan dinámico que podrían colocarse hasta 250 contenedores diarios de piña costarricense sin mayores obstáculos logísticos ni comerciales.
Este respaldo del mercado global cobra especial relevancia en un momento de cosechas abundantes y precios que, aunque se han moderado en los últimos meses, continúan siendo rentables para los productores. La combinación de calidad, volumen y posicionamiento de la piña costarricense la mantiene como uno de los productos agrícolas más competitivos del país en el exterior.
Representantes de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (CANAPEP) destacaron que, a pesar de la estacionalidad propia del cultivo y de algunos desafíos climáticos, las condiciones generales permiten prever exportaciones estables para el segundo semestre de 2025. A ello se suma la confianza en que los mercados de destino, principalmente en Norteamérica y Europa, seguirán valorando la fruta costarricense por su sabor, tamaño y consistencia.
Asimismo, el sector continúa trabajando en la certificación de buenas prácticas agrícolas, así como en la adopción de sistemas de trazabilidad y sostenibilidad ambiental, factores cada vez más demandados por compradores internacionales. En ese sentido, se consolida la percepción de la piña de Costa Rica como un producto confiable y responsable.
La clave de este éxito, según fuentes de la industria, radica en una cadena productiva altamente tecnificada, con mejoras continuas en logística, procesos de empaque y transporte refrigerado, lo que permite garantizar la calidad del producto desde la finca hasta el consumidor final.
Aunque la presión sobre los costos se mantiene, especialmente por insumos agrícolas y transporte marítimo, los exportadores confían en sortear estos retos con alianzas estratégicas y negociaciones oportunas que faciliten la colocación de la fruta.
El reto, sin embargo, no deja de ser constante: preservar el liderazgo frente a nuevos competidores en Centroamérica y Sudamérica, que también apuestan a ganar terreno en el lucrativo negocio de la piña fresca.
Para los próximos meses, el sector prevé intensificar campañas de promoción en mercados tradicionales y emergentes, consolidando la imagen de la piña costarricense como sinónimo de calidad y confiabilidad.