Costa Rica: el precio de la piña se dispara y se acerca a niveles récord
La producción cayó un 3,3% interanual en el principal país exportador hacia Norteamérica debido al adelanto de las lluvias y a temperaturas por encima del promedio. La demanda supera a la oferta y presiona los precios.
El mercado internacional de la piña atraviesa semanas de gran tensión. En Costa Rica, país responsable de la inmensa mayoría de las exportaciones de piña fresca hacia Norteamérica, la producción ha caído un 3,3% interanual, dejando la oferta en su punto más bajo de 2025.
El origen de esta situación está en el adelanto de la temporada de lluvias, que afectó los ciclos de desarrollo de las plantaciones, combinado con temperaturas superiores a los promedios históricos. Estas condiciones climáticas redujeron los volúmenes disponibles en el campo y complicaron también la logística de transporte.
El problema se agudiza porque la demanda internacional se mantiene sólida. En Norteamérica, donde Costa Rica concentra la mayor parte de sus envíos, los compradores de programas regulares están recibiendo fruta, pero queda muy poca o ninguna piña para el mercado abierto. Esto provoca que los precios suban rápidamente y se ubiquen cerca de niveles récord.
La situación es particularmente sensible en un contexto donde el consumo de frutas frescas sigue en aumento, impulsado por el interés de los consumidores en alimentación saludable. La piña, con su versatilidad y valor nutricional, ha consolidado su lugar como fruta tropical preferida en supermercados y restaurantes, lo que amplifica la presión sobre la oferta disponible.
En este escenario, los precios en los mercados mayoristas y de importación en Norteamérica han alcanzado valores inusuales. Sin embargo, los analistas del sector advierten que esta escalada podría ser temporal. Aunque en las próximas semanas no se espera un alivio inmediato al desbalance entre oferta y demanda, se prevé que para octubre la producción y los flujos comerciales comiencen a normalizarse, siempre que el clima acompañe.
Más allá de la coyuntura actual, la piña enfrenta retos estructurales. La dependencia de Costa Rica como proveedor dominante del mercado norteamericano genera una fuerte vulnerabilidad: cualquier alteración climática, problema logístico o dificultad sanitaria impacta de manera directa en los precios internacionales. A ello se suma el costo creciente del transporte marítimo y las interrupciones que generan los fenómenos meteorológicos en las rutas comerciales.
Los productores de piña reconocen que la variabilidad climática es cada vez más difícil de anticipar. Cultivar en el trópico implica lidiar con lluvias irregulares, olas de calor y riesgos durante el transporte de la fruta hasta los mercados de destino. El reto no solo está en los campos, sino también en mantener la cadena de frío y la calidad durante los trayectos de exportación.
En este contexto, los especialistas plantean la necesidad de fortalecer la diversificación de mercados para reducir la dependencia de Norteamérica, además de incorporar más tecnología en riego, nutrición vegetal y monitoreo climático, con el fin de mitigar los efectos de la variabilidad del tiempo.
A nivel de comercio, el actual repunte de precios beneficia de manera inmediata a quienes logran colocar fruta en el exterior, pero también plantea riesgos. Una subida sostenida puede afectar la competitividad de la piña frente a otras frutas tropicales y alterar las decisiones de compra de los consumidores.
Mientras tanto, la expectativa está puesta en el cierre de septiembre y el inicio de octubre, cuando se espera que los volúmenes de piña retomen un nivel más cercano al promedio. Hasta entonces, el mercado se mantendrá ajustado, con precios elevados y una oferta limitada que marcará la dinámica del comercio internacional de esta fruta.