Crecimiento Argentina 2025: segundo lugar en Latinoamérica según Banco Mundial
El Banco Mundial proyecta un crecimiento del 4,6% para Argentina en 2025, posicionándola como la economía de mayor avance entre los países grandes de la región.
Argentina se perfila como una de las protagonistas del crecimiento económico en América Latina durante 2025. Según el último informe del Banco Mundial, la economía nacional registraría una expansión del 4,6% del PIB, ubicándose como la de mayor crecimiento entre las grandes economías del continente y la segunda en el ranking regional, detrás de Guyana, que alcanzaría un notable 11,8%.
El organismo multilateral remarca que este repunte argentino responde en gran parte a la recuperación de las exportaciones agrícolas, tras la sequía que afectó al país en 2023. Además, se observan señales de mejora en el consumo y la inversión privada, apalancadas por una incipiente estabilización macroeconómica, la desaceleración de la inflación y la obtención de superávit fiscal, un factor que el Banco Mundial destaca como diferencial en comparación con otras naciones de la región.
Argentina apunta al podio regional
A nivel continental, sin embargo, el panorama es más conservador. Se estima que América Latina y el Caribe crecerán apenas un 2,3% en 2025, con un leve repunte al 2,5% en 2026, convirtiéndose así en la región con el crecimiento más lento del mundo. La situación se complica por la persistencia de una alta inflación, el aumento de la deuda pública, una inversión débil y una demanda externa en retroceso, afectada por la caída proyectada en los precios de las materias primas: un 10% menos en 2025 y otro 5% en 2026.
En este contexto, el Banco Mundial plantea que la región debe apostar por un emprendimiento transformador que impulse el empleo, la productividad y la innovación. Según el informe, la mayoría de las empresas en América Latina son micro o pequeñas, con limitada capacidad de escalar y generar valor agregado. Por ello, se promueve una agenda centrada en mejorar el capital humano, reducir barreras regulatorias y facilitar el acceso al financiamiento, especialmente para firmas con potencial de crecimiento.
Enfrentando barreras estructurales y externas
En cuanto a la infraestructura, se subraya la necesidad de invertir en logística, energía y conectividad digital, mientras que a nivel educativo se alerta sobre los bajos resultados en estándares internacionales como PISA, incluso entre los sectores más acomodados. Esto pone en evidencia la urgencia de alinear la formación laboral con las necesidades reales del sector privado.
El informe también hace un llamado a reformas estructurales profundas que generen un entorno favorable para las inversiones, eliminando subsidios distorsivos, modernizando las leyes de quiebras y fortaleciendo mecanismos de resolución de disputas.
A pesar de los desafíos globales -como la incertidumbre comercial, el nearshoring y el encarecimiento del crédito-, Argentina aparece como una excepción dentro del bloque, mostrando señales de resiliencia y una oportunidad concreta de consolidar su crecimiento en base a exportaciones, estabilidad fiscal y desarrollo del sector privado.