El agro prende las alarmas: tensión entre Colombia y EE. UU. amenaza empleo y alimentos
Gremios advierten que una escalada arancelaria pondría en riesgo el costo de producción, la estabilidad rural y la seguridad alimentaria del país.
Las tensiones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos encendieron las alertas del sector agropecuario, que teme un impacto directo sobre el empleo rural, los precios de los alimentos y la estabilidad comercial. Organizaciones como la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) y la Asociación de Bananeros del Magdalena y La Guajira (Asbama) advirtieron que una escalada arancelaria o la suspensión de acuerdos podría afectar la base productiva del país.
El presidente de la SAC, Jorge Bedoya, explicó que buena parte de la producción de proteínas animales depende de insumos importados desde Estados Unidos, en especial maíz amarillo y soya. "Si comes huevo, pollo, cerdo, trucha o tilapia, ten presente que entre el 65 % y el 70 % del costo total de producir estos alimentos depende de tres materias primas que hoy traemos en su gran mayoría de los Estados Unidos", indicó.
De acuerdo con el gremio, más de 8,6 millones de toneladas de maíz, frijol y torta de soya ingresaron al país el año pasado sin arancel, gracias al Tratado de Libre Comercio (TLC). "Si, como consecuencia de la tensión entre la Casa Blanca y la Casa de Nariño, el Gobierno decidiera imponer aranceles a estos insumos, se elevarían los costos de producción de las proteínas de origen animal", advirtió Bedoya, quien recordó que ello impactaría en la inflación alimentaria y el bolsillo de los consumidores.
Desde la región Caribe, el presidente de Asbama, José Francisco Zúñiga, se sumó al llamado a la prudencia, subrayando que el banano colombiano genera más de 52 000 empleos formales y que Estados Unidos es el principal destino del banano del norte del país. "Evitar una escalada arancelaria no solo es cuidar las exportaciones: es proteger el desarrollo rural y la estabilidad de miles de familias", sostuvo.
El dirigente gremial insistió en que el 40 % de las exportaciones bananeras del Caribe colombiano se dirigen al mercado estadounidense, por lo que cualquier ruptura o encarecimiento de la relación comercial tendría consecuencias económicas y sociales significativas.
Tanto la SAC como Asbama coincidieron en que el diálogo diplomático y la cooperación comercial son esenciales para preservar el crecimiento del agro colombiano, uno de los sectores que más empleo genera en las regiones y que mantiene una estrecha dependencia de los insumos y mercados estadounidenses.