Cuba refuerza su soberanía alimentaria con la iniciativa Mano de la Mano
El país impulsa un ambicioso programa de cooperación internacional para fortalecer el desarrollo rural y garantizar la seguridad alimentaria, con el acompañamiento de la FAO.
Cuba ha dado un paso clave para fortalecer su soberanía alimentaria y promover un desarrollo rural más inclusivo y sostenible, a través de la implementación de la estrategia internacional Mano de la Mano, promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El proyecto, presentado oficialmente esta semana, busca mejorar las condiciones de vida de las comunidades rurales, potenciar la producción de alimentos en el país y reducir la dependencia de importaciones, todo esto bajo un enfoque de sostenibilidad y equidad social.
Autoridades cubanas destacaron que la iniciativa permitirá articular políticas públicas con la participación de comunidades, cooperativas, productores y el sector académico, integrando conocimientos locales con innovaciones tecnológicas. Esto se traduce en una apuesta por el desarrollo productivo y social del campo cubano, en un contexto internacional marcado por crisis alimentarias y climáticas.
El plan contempla fortalecer capacidades de los agricultores, promover buenas prácticas agroecológicas y generar oportunidades de financiamiento, siempre con el acompañamiento técnico de la FAO. De esta manera, se busca incrementar la resiliencia de los sistemas agroalimentarios ante los efectos del cambio climático y las dificultades económicas globales.
Durante la presentación del programa, representantes de la FAO valoraron positivamente el compromiso del Gobierno cubano para articular la estrategia de forma integral, destacando la posibilidad de posicionar a Cuba como referente de soberanía alimentaria en el Caribe.
La iniciativa prioriza territorios con mayor vulnerabilidad económica y climática, con el fin de garantizar que las soluciones lleguen primero a las familias campesinas que más las necesitan. Asimismo, promueve la generación de empleo rural, el fortalecimiento de infraestructuras productivas y la creación de redes comunitarias de comercialización.
Mano de la Mano articula también la colaboración con actores internacionales, lo que permitirá el intercambio de experiencias exitosas con otros países y el acceso a recursos financieros y tecnológicos adicionales.
Entre los principales objetivos trazados destacan:
Incrementar la disponibilidad de alimentos básicos producidos localmente.
Reducir las brechas de desigualdad en el acceso a tecnologías productivas.
Mejorar la nutrición y calidad de vida en zonas rurales.
Generar oportunidades de comercialización para pequeños agricultores.
Autoridades cubanas manifestaron que la estrategia se alinea con el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, priorizando la autonomía productiva y la sostenibilidad ambiental.
"No se trata solo de producir más, sino de producir mejor y con justicia social", señalaron desde el Ministerio de la Agricultura, subrayando que el acompañamiento de la FAO permitirá implementar acciones más efectivas y basadas en evidencia.
De cara a los próximos meses, se prevé la puesta en marcha de proyectos piloto en varias provincias, que servirán como modelo para extender la experiencia a todo el país. Además, se fortalecerán redes de formación y capacitación para que campesinos y cooperativas incorporen prácticas más eficientes y sostenibles.
La apuesta por la soberanía alimentaria se convierte así en uno de los pilares estratégicos del desarrollo cubano, no solo para garantizar alimentos, sino también para mejorar la calidad de vida de las familias rurales y proteger el entorno productivo ante los retos globales.