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Perú celebra el Día del Café con orgullo por sus caficultores

Cada cuarto viernes de agosto se reconoce el trabajo de más de 220 mil familias productoras y la calidad de un grano que ha conquistado mercados internacionales.

El Día del Café Peruano se celebra cada cuarto viernes de agosto y es una fecha que busca rendir homenaje a los caficultores del país, guardianes de una tradición que ha colocado al Perú en el mapa mundial como productor de cafés de especialidad de primera calidad. Esta conmemoración no solo busca incentivar el consumo interno, sino también visibilizar la labor de las más de 220 mil familias que viven del café y que trabajan en 19 regiones, principalmente en la selva alta.

El café peruano es considerado uno de los más finos por su diversidad de aromas y sabores, resultado de la geografía y el clima únicos de la Amazonía y los Andes. La mayor parte de la producción proviene de regiones como Junín, Cajamarca, San Martín, Cusco y Amazonas, con cafetales ubicados entre los 800 y 1,800 metros sobre el nivel del mar.

Un grano de calidad mundial

El Perú es actualmente el noveno exportador de café a nivel global y cerca del 95 % de su producción se destina al mercado internacional, principalmente a Estados Unidos, Alemania, Bélgica y Corea del Sur. Además, el país ha logrado múltiples reconocimientos en concursos internacionales de cafés especiales, destacando por perfiles sensoriales que van desde notas frutales y florales hasta matices de chocolate y caramelo.

En el mercado interno, sin embargo, el consumo aún es reducido en comparación con otros países latinoamericanos, lo que ha motivado campañas para impulsar el hábito de tomar café de origen peruano en más hogares y cafeterías. El Día del Café busca precisamente acercar a los consumidores a la cultura cafetera, fortaleciendo el vínculo entre campo y ciudad.

Durante la jornada se organizan ferias, degustaciones y concursos en distintas regiones, con la participación de productores, baristas y catadores. Estos espacios permiten a los consumidores conocer el viaje del café desde la chacra hasta la taza, y reafirman la importancia de apoyar al productor local.

La caficultura peruana, además de ser un motor económico, cumple un rol ambiental clave, pues gran parte de las plantaciones se desarrollan bajo sistemas agroforestales que contribuyen a la conservación de bosques y la biodiversidad amazónica.

Con una producción que combina tradición, innovación y sostenibilidad, el Día del Café Peruano se convierte en una invitación no solo a disfrutar de una bebida de calidad excepcional, sino también a valorar el esfuerzo de quienes hacen posible que el Perú siga siendo reconocido como tierra de café de especialidad.

Agrolatam.com
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