Banano ecuatoriano: crecimiento moderado y señales de desaceleración en exportaciones hasta julio
El sector mantiene un alza interanual del 4,95 %, pero los envíos muestran un freno progresivo debido a factores climáticos, logísticos y de mercado que golpean la producción y la colocación internacional.
El banano de Ecuador, uno de los pilares de su canasta exportadora y producto insignia en el comercio internacional de frutas, enfrenta un escenario de contrastes en 2025. Según datos de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), hasta julio el país despachó 229,81 millones de cajas, lo que representa un crecimiento acumulado del 4,95 % frente al mismo periodo de 2024. Sin embargo, detrás del resultado positivo se esconde una desaceleración paulatina en el ritmo de envíos, que preocupa a productores y exportadores.
En los primeros meses del año, el sector mostró un repunte sólido que se consolidó hasta abril. En mayo, la expansión alcanzó un 5,89 % interanual, pero en junio cayó a 5,49 % y en julio se moderó aún más, con un 4,95 %. La tendencia confirma que, aunque los números globales siguen en verde, la curva de crecimiento pierde fuerza a medida que avanza el año.
El desempeño estuvo sostenido por los mercados tradicionales, que siguen siendo la columna vertebral del negocio. La Unión Europea, Rusia, Medio Oriente y Estados Unidos aportaron en conjunto más de 7 puntos porcentuales al crecimiento, con tasas de expansión que oscilaron entre el 7 % y el 12 %. En contraste, destinos emergentes como África (-61,92 %) y Asia Central (-11,85 %) restaron cerca de 4 puntos al balance general, lo que evidencia una reconfiguración de la demanda internacional: mientras los compradores históricos sostienen los volúmenes, otros espacios estratégicos pierden dinamismo.
La producción local también atravesó dificultades. Desde julio, el inicio de la temporada fría provocó una caída de entre el 4 % y el 6 % en el enfunde, comparado con el año anterior. Las temperaturas descendieron hasta -1,97 °C semanales, afectando directamente la disponibilidad de fruta para la exportación. A ello se suman problemas de seguridad en las fincas, escasez de mano de obra técnica y reducción de la fruta en campo, lo que presiona los costos y limita la capacidad de respuesta de los productores.
Los exportadores, por su parte, enfrentan un contexto internacional complejo. El sector denuncia incrementos en los costos logísticos, congestión en puertos, altos fletes marítimos y nuevas tasas arancelarias en Estados Unidos, en un marco global marcado por tensiones geopolíticas y una demanda internacional debilitada. Estas variables afectan los márgenes de rentabilidad y generan incertidumbre sobre la competitividad de la fruta ecuatoriana frente a otros orígenes.
A pesar de estas dificultades, el saldo acumulado hasta julio mantiene a Ecuador como líder mundial en exportaciones de banano. El desafío, sin embargo, será sostener este desempeño en los próximos meses, cuando confluyen la baja en la producción interna, la presión de los costos externos y la transición en los mercados de destino.
El banano sigue siendo un motor de divisas y empleo en Ecuador, pero el escenario actual obliga a diseñar estrategias de resiliencia y diversificación, tanto en el manejo productivo como en la búsqueda de nuevos compradores. Para los gremios, la prioridad será enfrentar la coyuntura sin perder terreno en el mercado internacional y evitar que la desaceleración actual se transforme en un retroceso en las cifras del segundo semestre.