Ecuador incrementa 38 % sus exportaciones de frutas tropicales y amplía destinos internacionales
El BCE reportó un fuerte crecimiento de la pitahaya, la piña y el lulo entre enero y agosto de 2025.
Las exportaciones ecuatorianas de frutas tropicales crecieron un 38 % entre enero y agosto de 2025, de acuerdo con los datos del Banco Central del Ecuador (BCE). El incremento fue impulsado por el dinamismo de productos no tradicionales como la pitahaya, piña, maracuyá, tomate de árbol y lulo, que han ganado protagonismo en los mercados internacionales gracias a su calidad, sabor y valor nutricional.
El sector frutícola tropical se consolida así como uno de los pilares de la diversificación agroexportadora de Ecuador, con resultados que reflejan la estrategia nacional de internacionalización y valor agregado promovida por el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca.
Entre los productos estrella, la pitahaya lidera el crecimiento con un aumento del 40 %, al pasar de 128,1 millones de dólares en 2024 a 179,9 millones en 2025. Sus principales destinos siguen siendo Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá, donde la demanda continúa expandiéndose gracias al auge del consumo saludable.
La piña, por su parte, creció 27 %, alcanzando 52 millones de dólares en exportaciones, impulsada por el buen desempeño en los mercados de la Unión Europea, Estados Unidos y Chile.
Diversificación y nuevos productos en expansión
Uno de los aspectos más destacados del informe del BCE es el crecimiento de productos emergentes, que consolidan la diversificación de la oferta tropical ecuatoriana. El lulo (naranjilla) registró un aumento extraordinario del 367 %, alcanzando 2,7 millones de dólares, mientras que los arándanos (blueberries) crecieron 186 %, con 2 millones exportados principalmente a Estados Unidos, Singapur y la Unión Europea.
El tomate de árbol aumentó 43 %, la granadilla 67 % y la maracuyá 20 %, demostrando la expansión de productos con alto potencial de nicho. En tanto, las ventas de coco en cáscara se dispararon 2.824 %, con Colombia como principal destino.
Frutas menos tradicionales como la curuba (taxo) y el mangostán ingresaron por primera vez a los mercados internacionales, marcando un hito para la exportación ecuatoriana. La curuba creció 207 %, y el mangostán generó 423.000 dólares en ventas, con envíos a la Unión Europea, Canadá y el Reino Unido.
Otros productos también mostraron incrementos sostenidos: el aguacate subió 9 %, mientras que la guanábana y la chirimoya aumentaron 34 %, fortaleciendo el portafolio exportador con frutas de alto valor agregado.
Durante 2025, Ecuador amplió su presencia global con nuevos destinos comerciales. Se realizaron los primeros envíos de pitahaya a Argentina, Guatemala y Costa Rica; arándanos a los Emiratos Árabes Unidos; mandarinas a Estados Unidos; y aguacates a Argentina y Costa Rica. Estas aperturas refuerzan la presencia ecuatoriana en América Latina, Norteamérica, Europa y Medio Oriente, consolidando al país como proveedor confiable de frutas exóticas.
El Ministerio de Producción destacó que este desempeño responde a la estrategia nacional de diversificación e innovación agroexportadora, orientada a generar productos sostenibles y competitivos, con valor agregado y trazabilidad, alineados con las exigencias de los mercados internacionales.
"Ecuador se posiciona como un proveedor confiable de frutas exóticas de calidad, con una oferta cada vez más diversificada, sostenible y competitiva", indicó la cartera productiva, subrayando que estos avances fortalecen el empleo rural y el desarrollo económico de las zonas productoras.
El crecimiento del sector tropical también refleja el impacto positivo de inversiones en infraestructura, certificaciones sanitarias y sostenibilidad ambiental, factores que han permitido acceder a mercados premium y consolidar alianzas con importadores internacionales.
Con estas cifras, Ecuador reafirma su papel como referente regional en exportaciones agroindustriales, mostrando que la innovación, la calidad y la apertura de nuevos mercados son el camino para fortalecer su competitividad global y promover el crecimiento inclusivo del sector agrícola.