El frío se retira: se viene el calor y podrían volver las lluvias al centro del país
Tras una histórica ola polar que dejó temperaturas récord en gran parte del territorio argentino, el clima comienza a cambiar. ¿Se aproxima un giro térmico extremo? Esto dice el pronóstico.
Después de varios días bajo los efectos de una de las olas de frío más intensas en décadas, la República Argentina comienza a experimentar una transición térmica marcada. En esta última semana, provincias como Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Salta registraron mínimas históricas, con valores inferiores a los 0 ºC e incluso con alertas rojas por frío extremo.
La intensidad del fenómeno no solo se reflejó en las temperaturas mínimas, sino también en la duración sostenida del frío polar, que afectó tanto a zonas urbanas como rurales, impactando en la actividad agropecuaria, la salud pública y la demanda energética nacional.
A pesar de este escenario gélido, los pronósticos indican que la situación está cambiando. Desde este viernes se prevé un ascenso térmico progresivo impulsado por una fuerte circulación de viento norte, lo que permitirá que el aire polar retroceda.
Alertas vigentes: precaución en el norte y centro argentino
Aunque el frío comienza a retirarse, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantiene alertas amarillas y naranjas para diversas regiones. Provincias del norte como Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Salta todavía reportan temperaturas mínimas peligrosas, especialmente durante la madrugada.
En el centro del país, áreas de Santa Fe, Entre Ríos, San Juan, La Rioja y sectores de Mendoza y Buenos Aires conservan niveles de advertencia elevados, con mínimas que podrían seguir siendo inferiores a los 5 ºC, particularmente en zonas rurales.
El viento norte cambia el patrón: días más templados por delante
Uno de los elementos clave en esta transición es la intensificación del viento norte, que trae consigo aire más cálido desde zonas subtropicales. Este fenómeno, combinado con la presencia de cielos mayormente despejados y una buena dosis de radiación solar diurna, actúa como motor del cambio térmico.
Para el fin de semana, las temperaturas mínimas en el AMBA superarán los 7 ºC, mientras que las máximas podrían oscilar entre los 14 y 17 ºC. En regiones del norte argentino, como el Chaco y Formosa, se anticipan máximas cercanas a los 30 ºC a partir del lunes, lo que representaría un salto térmico inusual para julio.
Lluvias en el horizonte: inestabilidad en la zona pampeana
Mientras el frío se retira, también se anticipa un cambio en el patrón de estabilidad atmosférica. Un sistema frontal en formación comenzará a generar inestabilidad en la franja central del país, lo que podría derivar en lluvias leves a moderadas hacia el domingo.
Los principales focos de precipitación se ubicarán en el sudoeste de Buenos Aires, el este de La Pampa y posiblemente en sectores del norte de Río Negro. Si bien los acumulados no serán significativos, representan un quiebre en la secuencia de jornadas secas que dominaron desde la llegada del aire polar.
Pronóstico extendido para el AMBA
Viernes 4 | 6 | 15 | Parcialmente nublado, viento norte |
Sábado 5 | 9 | 17 | Soleado, leve ascenso térmico |
Domingo 6 | 10 | 17 | Inestable, probables lluvias aisladas |
Lunes 7 | 11 | 19 | Mejoran las condiciones |
Martes 8 | 12 | 21 | Parcialmente nublado, más cálido |
El agro ante un nuevo desafío: cómo afecta esta oscilación al campo
Desde el punto de vista agropecuario, esta oscilación térmica repentina implica riesgos y oportunidades. Por un lado, el final del frío extremo evita daños mayores en cultivos sensibles como las hortalizas, pero también acelera procesos fisiológicos que podrían desfasarse de su ciclo natural.
En la ganadería, el alivio térmico reduce el estrés animal, aunque la humedad asociada a las lluvias débiles previstas podría favorecer enfermedades respiratorias en rodeos de cría. También obliga a recalibrar la logística de distribución de insumos y servicios.
El cambio es positivo, pero debe gestionarse con inteligencia en todos los sectores productivos. El campo argentino, en particular, deberá estar atento al nuevo régimen térmico y a las precipitaciones puntuales, clave para definir estrategias de manejo agronómico en esta etapa del año.