El Salvador inicia corta de café con déficit de cortadores
Empezó el ciclo 2025-2026 con buenas expectativas productivas, pero los cafetaleros advierten que no se cubrirá la demanda de 150,000 trabajadores.
El 1 de octubre comenzó oficialmente la corta de café en El Salvador, correspondiente al ciclo 2025-2026. El banderazo lo dio el Instituto Salvadoreño del Café (ISC), en cumplimiento de lo establecido por la Ley Especial para la Protección de la Comercialización, Registro y Producción de la Propiedad del Café. Sin embargo, detrás del inicio de la temporada, marcada por buenas perspectivas, se asoma un problema recurrente: la escasez de mano de obra.
La Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) estima que este año se requerirán más de 150,000 cortadores, pero advierte que no se alcanzará a cubrir esa cifra. Según su presidente, Sergio Ticas, los jóvenes que antes participaban en la recolección migraron hacia otros sectores como la construcción y la manufactura. En consecuencia, gran parte de la mano de obra actual está conformada por mujeres y personas de la tercera edad.
La recolección arrancó en zonas de bajillo y media altura, principalmente en el oriente del país, algunas áreas del occidente y en la ciudad de Zacatecoluca. En estos lugares, las lluvias tempranas de enero y febrero provocaron una floración anticipada, adelantando la maduración de los cafetos. No obstante, los productores temen que las lluvias irregulares, combinadas con períodos secos como la canícula, incrementen la incidencia de la roya del café, una de las enfermedades más persistentes en la región.
Retos del ciclo 2025-2026
El pico de la corta está previsto para noviembre y diciembre, en plantaciones situadas a partir de los 900 metros sobre el nivel del mar, donde se concentra buena parte de la producción nacional. Los caficultores confían en que las condiciones climáticas acompañen y permitan una cosecha estable, pero advierten que los costos de producción siguen en aumento.
De acuerdo con Acafesal, el precio del abono subió entre un 15 % y un 20 % en los últimos dos años, un incremento vinculado a los efectos de la guerra en Ucrania, que continúa afectando el comercio internacional de insumos agrícolas. Este contexto encarece la producción y se suma al desafío de financiar la contratación de cortadores en un año en que la oferta laboral es más limitada.
Los cafetaleros esperan que el sistema financiero aporte mecanismos de alivio, especialmente para los pequeños productores, que son los más vulnerables ante la falta de liquidez. El crédito agrícola para afrontar los pagos de jornales es visto como un factor crítico para sostener la temporada.
El café sigue siendo uno de los productos emblemáticos de El Salvador, con un peso cultural y económico que trasciende generaciones. Pero la falta de relevo generacional en la mano de obra y los altos costos de insumos ponen de manifiesto la necesidad de políticas integrales que fortalezcan al sector. Para muchos productores, el arranque de la corta 2025-2026 representa tanto una oportunidad como una advertencia: sin trabajadores suficientes, ni financiamiento accesible, las buenas expectativas podrían desvanecerse.