Exportaciones frutícolas del Perú crecen 19,2% y el puerto de Chancay se perfila como pieza clave
Las frutas lideraron las agroexportaciones peruanas en los primeros siete meses del año, con envíos por más de USD 3.290 millones. El puerto de Chancay se proyecta como el nuevo motor logístico para sostener este crecimiento.
De enero a julio de 2025, las exportaciones agropecuarias del Perú alcanzaron los USD 6.470 millones, un incremento del 19,9% frente al mismo período de 2024, según el Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de la Asociación de Exportadores (CIEN-ADEX).
El desglose muestra que los envíos tradicionales sumaron USD 531,1 millones (+19,7%), representando el 8,2% del total, mientras que los agroindustriales (no tradicionales) alcanzaron USD 5.940 millones (+19,9%), con un peso del 91,8% en la balanza exportadora.
Dentro del rubro agroindustrial, las frutas se consolidaron como el motor principal, con ventas por USD 3.290 millones, un crecimiento del 19,2% y más de la mitad de todas las agroexportaciones. En segundo lugar, las hortalizas y otros productos registraron envíos por USD 881,6 millones (+9,8%).
Aguacate, el líder de la canasta exportadora
El aguacate fresco se mantiene como el producto agrícola estrella del Perú en los mercados internacionales. Entre enero y julio acumuló exportaciones por USD 1.070 millones (+6,4%), lo que equivale al 32,8% de las exportaciones frutícolas, al 18,1% de las agroindustriales y al 16,7% del total agroexportador.
Este desempeño confirma la sólida posición del Perú en la cadena global de aguacates, donde compite con México y Colombia como principales proveedores hacia Europa, Estados Unidos y, cada vez más, Asia.
Otros productos de alto dinamismo son la uva, el arándano, el mango y el cacao en grano, que diversifican la oferta y sostienen el crecimiento. En julio, por ejemplo, el cacao registró un salto del 16,3% en valor y 26,6% en volumen, aportando al buen desempeño mensual.
Solo en julio de 2025, los envíos agroexportadores peruanos sumaron USD 1.200 millones, lo que representa un 11,8% más que en el mismo mes de 2024. Las exportaciones agroindustriales alcanzaron USD 1.010 millones (+8,2%). En este segmento, las frutas destacaron con USD 511,4 millones (+8,4%), seguidas por las hortalizas con USD 146,1 millones (-1,1%).
El comportamiento positivo evidencia la solidez del sector, pese a los desafíos logísticos globales y a la competencia de otros proveedores latinoamericanos.
El papel del puerto de Chancay
El puerto de Chancay, cuya entrada en operación está prevista en los próximos meses, se presenta como un aliado estratégico para consolidar esta dinámica. Ubicado en la costa central del país y diseñado con estándares internacionales, el terminal permitirá reducir significativamente los tiempos de envío hacia Asia, especialmente hacia China, que se ha convertido en un mercado clave para frutas como la uva, el arándano y el aguacate.
Los especialistas destacan que la apertura de Chancay permitirá descongestionar el puerto del Callao, mejorar la eficiencia de las cadenas de frío y ofrecer mayores garantías logísticas a los exportadores peruanos. Esto no solo reducirá costos, sino que también fortalecerá la competitividad internacional del país frente a rivales directos como Chile o México.
La combinación entre el auge frutícola histórico y la próxima inauguración del puerto multipropósito de Chancay podría redibujar la presencia del Perú en el comercio agroalimentario internacional. El país ya es líder regional en productos como arándanos y aguacates, y con esta infraestructura podrá escalar aún más su participación en los mercados de alto consumo de Asia y Europa.
Para el gremio exportador, el desafío es consolidar la diversificación de productos y garantizar la sostenibilidad de la oferta en el tiempo, aprovechando la infraestructura y la demanda externa. En paralelo, la infraestructura portuaria de Chancay permitirá al país reforzar su imagen como socio confiable en la provisión de alimentos frescos y procesados de calidad.
De este modo, Perú se encamina a consolidarse como uno de los líderes agroexportadores de América Latina, combinando una oferta variada y competitiva con infraestructura de clase mundial, en un contexto en el que la logística se ha convertido en un factor determinante para la inserción global.