El programa FO4ACP, destinado a fortalecer a las organizaciones de agricultores en África, Caribe y Pacífico, ha sido un motor de cambio en Belice desde 2020. Tras involucrar 16 cooperativas agrícolas en todo el país, ofrece apoyo integral en áreas como gestión empresarial, productividad, sostenibilidad y acceso a financiamiento.

La iniciativa, auspiciada por la FAO, PROCASUR, IFAD, la Unión Europea y la OACPS, promueve la conformación de cadenas de valor justas y transparentes. Esto se traduce en una mejora de los ingresos rurales y una mayor estabilidad económica para comunidades agrícolas vulnerables. Según Servulo Baeza, del Ministerio de Agricultura de Belice, el foco está en fortalecer las capacidades empresariales de pequeños productores y su integración en mercados más amplios.

En Belmopan se organizó una conferencia de cierre que reunió a autoridades como Armando Aban (Ministerio de Agricultura), Pedro Boareto (FAO) y Gareth Murillo (Registro de Cooperativas), quienes resaltaron los avances en gobernanza, incidencia política y organización de los productores a nivel local y nacional.

FO4ACP ha centrado esfuerzos en tres pilares fundamentales: servicios económicos dentro de cadenas de valor, fortalecimiento del entorno empresarial e institucional, y gestión del conocimiento para difundir innovaciones y prácticas exitosas. Las actividades incluyen formación en manejo empresarial, intercambio de experiencias regionales, capacitación técnica -como el uso de drones para monitoreo agrícola- y talleres de adaptabilidad climática.

El impacto se refleja en el fortalecimiento de la resiliencia frente al cambio climático, la protección de medios de vida rurales y el impulso de una agricultura más competitiva y sostenible. Desde la FAO destacan que "en las organizaciones de productores encontramos las soluciones para transformar la producción de manera sostenible".

El enfoque colaborativo entre gobierno, organismos multilaterales y productores ha sido clave. FO4ACP no solo ha mejorado capacidades técnicas, sino que también ha promovido el diálogo con el Estado, permitiendo diseñar un plan de acción nacional que articule políticas de agricultura familiar, acceso a mercados y prácticas sostenibles.