Una nueva oveja pisa fuerte en Paraguay: la Frisona Milchschaf ya tiene su asociación y grandes planes
La llegada de 190 ejemplares desde Uruguay marca un punto de inflexión para la ovinocultura paraguaya. Productores impulsan el desarrollo de una raza lechera versátil, con enfoque en cruza, tambo y valor agregado. Ya nació COFAP, la asociación que busca proyectarla a nivel nacional e internacional.
En Paraguay, la ovinocultura comienza a abrir nuevas rutas con una raza que hasta hace poco era prácticamente desconocida en el país: la Frisona Milchschaf. Con origen europeo y presencia consolidada en Uruguay, esta oveja lechera de alto rendimiento ha despertado un creciente interés en tierras guaraníes, impulsado por productores que apuestan a la diversificación, la innovación genética y el valor agregado en sistemas mixtos de producción. El desembarco más reciente -190 ejemplares provenientes de Uruguay, llegados el pasado 18 de julio- marcó un hito para este proceso de expansión, y da forma concreta a un proyecto que llevaba años gestándose.
Uno de los destinos fue la estancia Agua Blanca, del productor Everton Walter Martins, quien lleva adelante una cabaña que ya trabajaba con razas como Santa Inés, Texel y Hampshire Down, y que ahora incorpora la Frisona Milchschaf a su esquema productivo. Martins se define como un apasionado por el ovino, y relata que el proyecto comenzó a idearse en 2017, aunque se fue postergando por diversos factores, entre ellos la pandemia. No fue hasta 2023 que pudieron adquirir una primera majada desde Uruguay, propiedad del productor Latourrette, con la cual iniciaron la etapa de adaptación y pruebas productivas en Paraguay.
Según el testimonio de Martins, los animales mostraron desde el inicio una gran adaptación a las condiciones locales, lo que incentivó a otros productores a sumarse a esta iniciativa. De ese entusiasmo colectivo nació la idea de formalizar una organización específica, y así se constituyó COFAP (Criadores de Ovinos Frisones Asociados del Paraguay), que ya cuenta con estatuto, personería jurídica y fue incorporada oficialmente a la Asociación Rural del Paraguay. Para muchos, este paso institucional marca el punto de partida para un desarrollo más estructurado de la raza en el país.
La experiencia uruguaya también jugó un papel clave en esta evolución. Martins participó en diciembre de 2024 del Tercer Encuentro de Frisona Milchschaf en la antigua estación AFE de Castellanos, en Canelones, Uruguay. Ese viaje fue determinante no solo por los aprendizajes técnicos, sino por los vínculos generados: amistades, contactos comerciales y nuevas ideas que volvieron a Paraguay para convertirse en acciones concretas. Desde entonces, se ha mantenido un intercambio constante con criadores uruguayos y se proyectan vínculos con Argentina, promoviendo una visión regional del desarrollo ovino.
La filosofía detrás del impulso a la raza es integradora. "La Frisona Milchschaf no viene a competir con otras razas, sino a sumar. Hay muchos predios pequeños donde sus características pueden marcar una diferencia", explicó Martins. Entre esas virtudes se destacan su prolificidad, su notable habilidad materna, su buena producción de leche y su docilidad. La versatilidad de la raza la vuelve especialmente atractiva en sistemas mixtos donde puede cumplir múltiples funciones: desde tambo ovino hasta cruza con razas carniceras o incluso como receptoras en programas de transferencia embrionaria.
La visión de COFAP es amplia y apunta al desarrollo integral: cursos, talleres, misiones técnicas, congresos y capacitación constante forman parte de la hoja de ruta. También se contempla la recepción de delegaciones extranjeras y la participación activa en futuros encuentros internacionales, como el que se realizará nuevamente en Castellanos.
En cuanto al destino productivo de los ejemplares recién incorporados, no hay una única línea. Algunos socios de COFAP planean desarrollar tambos especializados en leche ovina; otros los integrarán como receptoras o líneas maternales en programas genéticos; y varios realizarán cruzamientos con razas carniceras para mejorar características productivas. Todos comparten, sin embargo, una expectativa positiva: que la Frisona pueda aportar valor y diversidad al sector ovino paraguayo, que viene mostrando signos de crecimiento sostenido.
El país cuenta con frigoríficos habilitados para exportar carne ovina y hay una valorización creciente del rubro tanto en términos productivos como de consumo. En ese contexto, la llegada de una raza como la Frisona Milchschaf representa una oportunidad para enriquecer el panorama genético y productivo del país, con una mirada orientada al mediano y largo plazo.
Como señaló Martins, esto recién empieza. Queda mucho por construir, pero el entusiasmo de quienes apuestan a este proyecto es claro: sumar sin desplazar, aprender en red, y fortalecer la ovinocultura paraguaya desde la diversidad y la cooperación regional.