Demanda de carne al alza: Uruguay anticipa un segundo semestre fuerte
Mercados como EE.UU., Europa, Brasil, China y Japón están impulsando la demanda de carne bovina y ovina de Uruguay. La escasa oferta actual presiona los precios y el drenaje de stocks alerta sobre un futuro de altos valores.
Jorge Dimu, reconocido broker de carnes de Uruguay, proyecta una segunda mitad de 2025 marcada por la firme demanda internacional y valores internos que ya se acercan a los US$ 5 por kilo de carne bovina. Para el especialista, la combinación de pocos inventarios, producción ajustada y apetito de los compradores premium configura un escenario de oportunidad histórica para la ganadería uruguaya.
Los principales impulsores provienen de Estados Unidos y Europa, donde los importadores priorizan cortes de calidad -especialmente los certificados Angus- y pagan precios por encima de los niveles domésticos. Brasil, a su vez, sostiene un flujo robusto para carne enfriada de vacuno y refuerza las compras de carne ovina, hasta el punto de que industrias locales han llegado a adquirir cordero en el mercado chileno para satisfacer la demanda.
La evolución de China y Japón, sumada a señales de reactivación en Medio Oriente e Israel, refuerza la sensación de que el corredor comercial uruguayo transita por uno de sus momentos más sólidos de la última década. Para Dimu, la clave pasa por capitalizar los picos de precio sin descuidar la sustentabilidad de la oferta, ya que el stock de vacunos viene en descenso y cualquier retardo en la reposición podría tensionar la cadena a corto plazo.
En este contexto, el asesor estima que el sector podría incrementar el volumen de faena en un 10 % si logra profundizar la tecnificación de los sistemas de engorde, mejorar la selección genética y optimizar la suplementación estratégica. Esa combinación permitiría mantener un flujo regular hacia los mercados externos y capturar los diferenciales de precio que hoy se pagan por lotes de alta conformación y peso adecuado.
La oferta ovina tampoco escapa a la coyuntura: la limitada disponibilidad de corderos eleva la cotización y genera un efecto derrame sobre los cortes adultos. La industria frigorífica advierte que la ausencia de encierres a corral y la falta de nuevos productores en el rubro restringen la capacidad de respuesta, por lo que ven imprescindible avanzar con planes de reconversión productiva y líneas de crédito específicas.
De cara a los próximos meses, los analistas siguen atentos a la dinámica de los insumos claves. El valor del petróleo, encima de los 70 dólares, encarece el transporte oceánico y los costos de granos para balanceados; sin embargo, la fortaleza de la demanda compensa parte de la suba y sostiene la rentabilidad. También se monitorean los horarios de faena y disponibilidad de mano de obra en plantas, variables sensibles que inciden en la fluidez de las exportaciones.