México espera un fuerte repunte en la oferta de guayaba
Buenas lluvias y condiciones favorables anticipan un volumen superior al promedio para los próximos meses, con impacto en la calidad y en los precios de exportación.
La temporada de guayaba mexicana arranca con señales alentadoras y expectativas de abundancia. En Aguascalientes, uno de los polos productivos más relevantes del país, ya comenzó la cosecha con condiciones climáticas favorables, lo que anticipa un volumen superior al promedio para los próximos meses. A esto se suma la contribución de Michoacán, otro estado clave en la producción, donde las lluvias también fueron generosas y aportaron al desarrollo de la fruta.
Productores locales destacan que, pese a algunos episodios de granizo que afectaron zonas puntuales, los daños no fueron de gran magnitud y no comprometen la calidad del fruto. Muy por el contrario, las perspectivas son de buena disponibilidad y buena calidad, un doble factor que suele marcar la diferencia en los mercados de exportación.
La oferta creciente coincide con un momento estratégico del calendario. Mientras en septiembre aún circula en el mercado fruta de hueso como duraznos y nectarinas, su salida estacional abre espacio en los estantes para que la guayaba gane protagonismo. De hecho, los productores señalan que octubre, noviembre y diciembre son los meses de mayor fortaleza para la guayaba mexicana, tanto en consumo interno como en exportación.
El trabajo en campo acompaña este crecimiento. Empresas como Spring Valley Fruits aseguran que se enfocan en mejorar las prácticas de fertilización y manejo de los huertos para asegurar fruta más consistente y competitiva. Al mismo tiempo, se está ampliando la diversidad varietal y la oferta comercial, con envases más adaptados a las necesidades de los consumidores: desde clamshells pequeños hasta bolsas de mayor tamaño, lo que amplía las posibilidades de posicionamiento en supermercados y tiendas especializadas.
En cuanto a la demanda, la tendencia es positiva aunque todavía estable. El consumo comienza a mostrar signos de repunte, especialmente en mercados donde la guayaba es reconocida no solo por su sabor sino también por su valor nutricional. Sin embargo, el factor precio es el que podría marcar el pulso en las próximas semanas. Con más fruta entrando al mercado, los valores ya se ubican por debajo de los de 2024, y de no crecer la demanda al mismo ritmo, es posible que los precios caigan aún más en plena temporada alta.
Para los productores, esta situación es un arma de doble filo. Por un lado, precios más bajos ayudan a impulsar la colocación en mercados masivos, favoreciendo al consumidor final. Pero, por otro, representan un desafío para los agricultores que dependen de márgenes ajustados y de costos crecientes en insumos, fertilizantes y mano de obra. El escenario exige entonces una estrategia combinada: asegurar calidad, diversificar envases y sostener acuerdos comerciales que permitan sortear la volatilidad del mercado.
La guayaba mexicana, particularmente la producida en Aguascalientes y Michoacán, reafirma así su papel central en la oferta frutícola del país. Con un pico de abastecimiento que se concentrará entre octubre y diciembre, México se prepara para consolidar su presencia tanto en el mercado interno como en plazas internacionales. La incógnita, como siempre, estará en la evolución de la demanda y en la capacidad de los productores de capitalizar un año de buen volumen sin que el exceso de fruta termine golpeando los precios.
En un mercado cada vez más competitivo, la guayaba busca sostener su lugar como fruta emblemática de México, con el desafío de crecer en volumen pero también en valor agregado.