Agricultura

Lluvias alivian al trigo y cebada, mientras el girasol acelera la siembra

El frente de tormenta que barrió el este del país dejó humedad clave para los cereales de invierno y el girasol. Aunque persisten excesos en algunas zonas, los cultivos mantienen en general una condición de Normal a Excelente.

El informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires correspondiente al 20 de agosto de 2025 describe una situación marcada por las intensas lluvias que afectaron gran parte del este del área agrícola. El avance de un frente de tormenta amplio, desde el NEA hasta el sudeste bonaerense, dejó importantes acumulados que impactaron en forma directa sobre el girasol y los cereales de invierno.

El efecto fue doble: por un lado, los cultivos en crecimiento recibieron un alivio fundamental en términos de humedad; por el otro, las labores de campo se vieron demoradas, en algunos casos con complicaciones por excesos hídricos. Este contraste refleja uno de los desafíos históricos del agro argentino: la dependencia del clima y la necesidad de infraestructura que permita atenuar el impacto de estos eventos extremos, cada vez más frecuentes en la región.

Girasol: fuerte dinamismo en la siembra

El girasol se lleva el protagonismo en esta etapa. Del área proyectada en 2,6 millones de hectáreas, ya se implantó el 15,8 %, lo que significa un avance intersemanal de 3 puntos porcentuales. Aunque las lluvias frenaron temporalmente las sembradoras, el ritmo de implantación mantiene un adelanto interanual de 15,3 p.p. y de 6,6 p.p. respecto al promedio del último quinquenio.

El dato no es menor: el girasol viene recuperando protagonismo en la rotación agrícola, especialmente en el NEA y Centro-Norte de Santa Fe, donde ya supera el 70 % de la superficie proyectada. En un contexto internacional donde la aceite de girasol gana terreno por su competitividad y trazabilidad, Argentina podría aprovechar esta ventana para fortalecer su posicionamiento. Sin embargo, la volatilidad cambiaria y los costos internos siguen siendo un desafío para la rentabilidad del productor.

Trigo: humedad en un momento decisivo

El trigo también muestra un escenario alentador tras las precipitaciones. El 97,3 % del área presenta una condición de cultivo Normal a Excelente, con el 86,7 % transitando entre emergencia y macollaje. En otras palabras, el cereal se encuentra en una etapa crítica para definir su potencial de rendimiento, y la mejora hídrica llega en el momento justo para favorecer la refertilización y la correcta asimilación de nutrientes.

No obstante, el reporte también advierte que el 11,3 % del área triguera enfrenta excesos temporales de agua, especialmente en el centro-este del país. Aun así, la situación no se traduce en grandes pérdidas adicionales, ya que las zonas más comprometidas son las mismas que arrastran problemas desde el inicio de la campaña.

La clave para el trigo argentino no solo pasa por el clima. El contexto internacional, marcado por la competencia de Rusia y Ucrania en los mercados globales, plantea interrogantes sobre la competitividad nacional. Con retenciones aún vigentes y costos logísticos crecientes, Argentina debe apuntar a mantener calidad y volumen para no perder participación en los destinos más exigentes.

Cebada: siembra concluida con óptimas condiciones

La cebada, en tanto, cerró su proceso de siembra a nivel nacional. Pese a las dificultades en sectores del sur y centro bonaerense por excesos de agua, el cultivo muestra una condición muy favorable. El 60 % de los lotes se encuentra en pleno macollaje y el 98 % de la superficie implantada en los núcleos cebaderos del sur presenta estado Normal a Excelente.

Este panorama coloca a la cebada en una situación expectante, sobre todo pensando en la demanda cervecera y forrajera del mercado interno y externo. A diferencia del trigo, el cultivo encuentra en el sudeste bonaerense un ecosistema productivo altamente competitivo, con productores que han sabido incorporar tecnologías y prácticas de manejo que sostienen la productividad año tras año.

Maíz: cosecha demorada pero con proyección firme

El maíz con destino a grano alcanza el 95,9 % del área cosechada, con un retraso de 2,8 puntos porcentuales interanuales y de 1,1 p.p. respecto al promedio de las últimas cinco campañas. La lentitud en el avance responde a la demora en levantar los lotes tardíos y de segunda en el sur del área agrícola, donde los excesos de humedad han complicado la entrada de las cosechadoras.

A pesar de ello, la proyección de producción se sostiene en 49 millones de toneladas. La cifra es relevante porque consolida a Argentina como uno de los principales exportadores de maíz a nivel mundial, en competencia directa con Brasil y Estados Unidos. Sin embargo, el retraso en la cosecha podría extender la campaña hasta septiembre, lo que genera presión sobre la logística portuaria y los compromisos de embarque.

En este marco, se reaviva el debate sobre el dólar maíz y las retenciones como factores que condicionan la competitividad. Mientras los vecinos logran volúmenes récord con menores trabas internas, Argentina lidia con una brecha cambiaria que erosiona la rentabilidad y desalienta la inversión en tecnología de punta.

Un balance con oportunidades y desafíos

El informe de la Bolsa de Cereales muestra un escenario agrícola mixto, donde la buena humedad para trigo, cebada y girasol abre perspectivas alentadoras, pero las demoras en la cosecha de maíz y los excesos en algunas zonas recuerdan la vulnerabilidad del sector.

Más allá del clima, el gran desafío sigue siendo cómo capitalizar este potencial productivo en el tablero internacional. La región se consolida como proveedora de alimentos en un mundo demandante, y la pregunta para Argentina es clara: ¿podrá recuperar competitividad frente a sus vecinos, o seguirá atada a las limitaciones internas?

El dato positivo es que la campaña muestra una dinámica activa, con márgenes de recuperación en los cultivos de invierno y un girasol que gana protagonismo. Pero para transformar estos avances en mayor participación en los mercados globales, será necesario algo más que lluvias oportunas: políticas estables, infraestructura eficiente y reglas claras de juego.

Agrolatam.com
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