El Banco Mundial y el BID destinan nuevos fondos a la Argentina: las provincias que recibirán el mayor impulso productivo
Los organismos internacionales financiarán proyectos en energía, minería y agroindustria. Neuquén, Catamarca y San Juan aparecen entre las principales beneficiadas.
La reciente gira presidencial derivó en nuevos compromisos de financiamiento con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que apuntan a reactivar proyectos productivos y de infraestructura en distintos puntos del país. Según un informe de la Fundación Mediterránea, los fondos se destinarán principalmente a energía, minería y agroindustria, tres sectores con fuerte potencial exportador y capacidad de generar empleo federal.
El Banco Mundial anunció una aceleración del apoyo financiero para los próximos meses, a través de organismos como el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo (BIRD), la Corporación Financiera Internacional (IFC) y la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA). En paralelo, el BID aprobó operaciones por alrededor de US$1.500 millones, de los cuales unos US$1.000 millones se canalizarán al sector privado mediante BID Invest, con foco en energía, minerales críticos, conectividad y financiamiento a PyMEs.
El análisis señala que las provincias patagónicas y del norte argentino serán las principales beneficiadas. En el sur, Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz destacan por su peso en el sector hidrocarburífero, mientras que Mendoza combina potencial energético y agroindustrial. En el norte, el protagonismo será para Catamarca, Salta y Jujuy, donde el litio y el cobre concentran la atención de los inversores bajo el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI). Estas provincias, además, requieren inversiones clave en infraestructura y conectividad para consolidar su desarrollo.
En el caso de San Juan, el informe resalta un perfil minero orientado al cobre y al oro, con cuatro proyectos presentados dentro del RIGI. Río Negro, por su parte, combina hidrocarburos y energías renovables con cadenas industriales asociadas. En tanto, Córdoba se posiciona con un nivel de beneficio moderado pero estratégico: su economía diversificada, que abarca agroindustria, turismo y servicios financieros, le permite captar inversiones en sectores de valor agregado. Allí se aprobó un proyecto en siderurgia y se impulsan iniciativas vinculadas a energías renovables.
Las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, aunque no concentran el grueso de las inversiones directas, mantienen su relevancia como polos de sofisticación agroindustrial y desarrollo logístico, lo que podría favorecer su rol como plataformas de exportación y articulación con otras regiones productivas. En el resto del país, el turismo y la agroindustria aparecen como sectores con potencial para generar empleo y atraer capitales, sobre todo en destinos que buscan diversificar su matriz productiva.
El informe de la Fundación Mediterránea subraya que el impacto de los nuevos programas dependerá de la capacidad de cada provincia para acelerar proyectos, garantizar estabilidad normativa y aprovechar las oportunidades del financiamiento externo. Los fondos del Banco Mundial y el BID no solo significan una inyección de capital, sino también un nuevo mapa del desarrollo argentino, donde la energía, la minería y el agro vuelven a ser protagonistas del crecimiento federal.