Ganadería

La ganadería argentina busca equilibrio: sostener la carne sin perder más vacas

Los datos de faena muestran un nivel alto de extracción; productores y especialistas advierten que la recomposición del stock será el gran desafío del semestre


El segundo semestre del 2025 encuentra a la ganadería argentina en un punto de tensión: mantener la oferta de carne sin seguir comprometiendo el stock bovino. El informe más reciente del Mercado Ganadero de Rosario (Rosgan) confirma que entre enero y julio se faenaron 7,85 millones de cabezas, un volumen levemente superior al del año pasado.

La proyección es clara: si se repite el patrón histórico, el ciclo cerrará con cerca de 14 millones de bovinos faenados, equivalentes a 3,2 millones de toneladas de carne. Sin embargo, esto implicaría el tercer año consecutivo por encima de los niveles de equilibrio, retrasando la recuperación de la base ganadera.

más kilos por animal, un camino posible

El incremento en la participación de novillos dentro de la faena es una señal alentadora. En los primeros siete meses, esta categoría creció un 12% respecto del 2024, con 650 mil animales enviados a los frigoríficos. Su mayor peso promedio -287 kilos en gancho frente a los 239 de los novillitos- aportó entre 45 y 50 kilos adicionales por res, contribuyendo a un aumento del 2% en la producción total de carne.

El informe del Rosgan subraya que este cambio está ligado a mejores condiciones de recría y a un uso más eficiente de los pastos, además de una mayor participación de feedlots en la etapa final. Pero también advierte que la faena de hembras sigue siendo elevada: las vaquillonas aumentaron un 6% en lo que va del año, lo que se suma a tres años de crecimiento acumulado que restaron unas 800 mil madres al rodeo.

la advertencia de bustillo

En este escenario, la voz de los dirigentes refuerza la necesidad de políticas que trasciendan la coyuntura. Alfonso Bustillo, presidente de la Asociación Argentina de Angus, trazó un diagnóstico preciso:

"Estamos en un momento muy positivo en cuanto a precios y previsibilidad. Hoy la ganadería puede pensar en reorganizar sus sistemas productivos. Sin embargo, hemos perdido dos millones de vacas, lo que representa un 6% del stock nacional. Eso es gravísimo".

Bustillo recordó los años de restricciones a las exportaciones, pero reconoció la importancia de haber recuperado la libertad comercial:

"Nos han devuelto la posibilidad de exportar y eso ayudó a toda la cadena. Los precios relativos son buenos y eso nos permite comprar insumos con mayor competitividad".

El dirigente enfatizó que el desafío inmediato es sostener más tiempo a los terneros en recría y acceder a créditos de largo plazo que den aire financiero al productor: "Si logramos eso, podremos recuperar kilos y rentabilidad sin seguir descapitalizando al rodeo".

entre la urgencia y el futuro

Con los feedlots aportando terminación, mejores condiciones de pasturas y precios atractivos, el presente de la ganadería parece firme. Pero la advertencia es clara: sin una retención sostenida de vientres y un aumento en la productividad por animal, la oferta de carne podría verse condicionada en los próximos ciclos.

El equilibrio entre producción y reposición será, en definitiva, la llave para sostener un negocio que sigue siendo columna vertebral del agro argentino.

Agrolatam.com
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