La Paz arranca la siembra de soya con expectativas de buenos rendimientos
Productores del norte paceño iniciaron la campaña de siembra de soya, buscando consolidar su aporte a la economía regional y diversificar la matriz productiva.
En el norte del departamento de La Paz comenzó oficialmente la campaña de siembra de soya, marcando un hito para el desarrollo agrícola de esta región boliviana. La apertura de la temporada busca no solo reforzar la seguridad alimentaria, sino también generar mayores ingresos para las comunidades rurales y fomentar el crecimiento de la agroindustria local.
Según datos de las autoridades departamentales, el inicio de la siembra involucra a centenares de productores de municipios estratégicos como Ixiamas, San Buenaventura y Tumupasa. La superficie proyectada para esta campaña supera las 10.000 hectáreas, con el objetivo de aprovechar las condiciones climáticas favorables que ofrece el norte paceño durante la presente estación.
El cultivo de soya en La Paz se perfila como un motor de diversificación productiva, aportando a la rotación de cultivos y generando empleo en zonas donde la actividad agrícola es la base de la economía familiar. Además, se considera una alternativa rentable ante la demanda nacional e internacional de este grano, utilizado tanto para alimentación humana como animal, y para la industria de aceites y biocombustibles.
Autoridades del sector agropecuario señalaron que se están implementando capacitaciones técnicas para mejorar el rendimiento de las parcelas, optimizando el uso de fertilizantes y control de plagas, de manera sostenible. Estas acciones apuntan a elevar la productividad y garantizar la calidad del grano cosechado, lo que permitirá acceder a mejores precios y mercados.
El gobierno local y el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras acompañan este proceso con asistencia técnica, provisión de semillas certificadas y planes de mecanización agrícola, priorizando el fortalecimiento de los pequeños y medianos productores. Esta política de apoyo resulta clave para garantizar que la campaña logre sus objetivos productivos y contribuya a dinamizar la economía regional.
Por su parte, representantes de los productores expresaron su optimismo ante el inicio de la siembra, destacando el buen nivel de humedad en los suelos y el compromiso de las familias agrícolas para cumplir con los cronogramas de labores. No obstante, advirtieron la necesidad de asegurar mercados estables y precios justos, para que el esfuerzo invertido en la campaña se traduzca en ingresos sostenibles para el campo.
El cultivo de soya ha ido ganando terreno en el norte de La Paz en los últimos años, gracias a su adaptabilidad y su capacidad de integrarse a los sistemas agroforestales de la región. Esto representa una ventaja ambiental, ya que permite producir alimentos sin presionar zonas de bosque primario, en línea con las metas de desarrollo sostenible.
En términos de comercialización, se prevé que parte de la producción pueda destinarse al mercado interno para abastecer la demanda de industrias procesadoras, mientras otra fracción podría orientarse a la exportación, generando divisas y reforzando la balanza agropecuaria del país.
El desafío inmediato radica en consolidar una logística eficiente para el transporte de la cosecha, especialmente en rutas rurales que suelen presentar dificultades en épocas de lluvia. Por ello, autoridades y productores insisten en la necesidad de inversiones en infraestructura vial y centros de acopio, para evitar pérdidas postcosecha y optimizar la rentabilidad de la soya paceña.
El arranque de la campaña de siembra de soya en el norte de La Paz refleja el potencial agrícola de esta zona y la voluntad de los productores de seguir apostando por un cultivo estratégico, capaz de generar empleo, desarrollo y mayores oportunidades para el campo boliviano. Con el acompañamiento técnico y la articulación de esfuerzos público-privados, el futuro del sector soyeropaceño se proyecta con optimismo y desafíos que habrá que afrontar de forma conjunta.