Fertilización estratégica: la clave del éxito en la rotación maíz-girasol
Un ensayo en Córdoba revela que fertilizar ambos cultivos en esta secuencia poco común puede aumentar hasta un 20% el rendimiento del maíz.
Una rotación poco convencional en la región central de Córdoba -maíz de siembra tardía tras un girasol temprano- fue evaluada durante dos campañas consecutivas en el Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNC. Aunque esta secuencia demanda condiciones específicas, los resultados preliminares revelan una mejora significativa en los rendimientos de grano gracias a una fertilización adecuada. Dada la creciente necesidad de optimizar la rentabilidad, la sustentabilidad y la eficiencia del uso de insumos, estos hallazgos merecen especial atención de productores, técnicos e instituciones del agro argentino.
En la primera campaña (2023/24), el maíz tardío sufrió un severo impacto por el achaparramiento, especialmente en planteos retrasados. La continuidad del ensayo en la campaña 2024/25 permitió afinar variables críticas como fertilización y componentes del rendimiento.
Resultados del ensayo: Rendimientos según estrategia de fertilización
Valores expresados en kilogramos por hectárea (kg ha¹)
2023/24 | 0 | 0 | 2123 | 2665 |
2023/24 | 0 | 32 | 2123 | 2541 |
2023/24 | 32 | 0 | 2234 | 2655 |
2023/24 | 32 | 32 | 2234 | 3345 |
2024/25 | 0 | 0 | 3806 | 5153 |
2024/25 | 0 | 32 | 3806 | 4844 |
2024/25 | 32 | 0 | 4235 | 5987 |
2024/25 | 32 | 32 | 4235 | 5700 |
1. Panorama actual y datos clave
El número de granos por unidad de superficie es el principal determinante del rendimiento tanto en girasol como en maíz (Cantagallo et al., 1997; Cárcova et al., 2003). El ensayo mostró que, al fertilizar tanto girasol como maíz con urea al momento de la siembra del primero, se logró un promedio de +5% en el número de granos respecto a situaciones sin fertilización del girasol.
En cuanto al maíz, la diferencia fue aún más significativa: al fertilizar ambos cultivos, el número de granos creció aproximadamente 10% en comparación con fertilización solo del maíz, y hasta 20% más en comparación con la ausencia de fertilización en ambos. Estos incrementos sugieren una sinergia en la secuencia productiva que puede ser clave para mejorar rinde, rentabilidad y eficiencia de insumos.
2. Factores determinantes e impactantes
Varias condiciones son críticas para que esta secuencia funcione correctamente:
Presencia de humedad suficiente en el suelo al momento de sembrar el girasol.
Uso de híbridos de ciclo corto adecuados para ambos cultivos.
Secado químico del girasol una vez alcanzada la madurez fisiológica, asegurando implantación del maíz.
Atención al manejo sanitario, especialmente frente a problemas como el achaparramiento del maíz.
Estas variables agronómicas y climáticas deben gestionarse con precisión para que la rotación dé resultados positivos, sean técnicos, económicos o estructurales (logísticos como tiempo y manejo del lote).
3. Innovación, tecnología y buenas prácticas
El ensayo se alinea con las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) al destacar la planificación precisa, uso de fertilización estratégica y manejo técnico del cultivo. La secuencia girasol-maíz fertilizados es una innovación rotacional que apalanca valor agregado, eficiencia en el uso de insumos y sustentabilidad del sistema agrícola. También refleja la tecnificación del agro, con un enfoque en componentes objetivos de rendimiento (número de granos) y condiciones controladas.
4. Retos y oportunidades
Retos:
Requiere humedad temprana, lo que puede limitar su adopción en zonas más áridas o con desfase climático.
Demanda híbridos precisos, aumentos en insumos fertilizantes y manejo técnico capaz de coordinar dos cultivos en sucesión.
Riesgo sanitario si el maíz de siembra tardía permanece vulnerable a plagas o enfermedades como el achaparramiento.
Oportunidades:
Aumento significativo en el número de granos, lo que puede traducirse en mejores rendimientos y rentabilidad.
Posible mejor uso del suelo y nutrientes, acoplando la nutrición del girasol al efecto en el maíz siguiente.
Alternativa innovadora para diversificar rotaciones, optimizar el uso del crédito agropecuario y generar valor agregado a nivel comercialización.