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Maíz y Soja Argentinos en alerta: Exportaciones en letargo mientras EE.UU. Tensa el comercio internacional

En un contexto global agitado por nuevas amenazas de aranceles de EE.UU. contra la Unión Europea y México, Argentina enfrenta un panorama interno complicado: el maíz no llega a los puertos y las ventas de soja registran un fuerte freno.

El campo argentino atraviesa una fase crítica. La tensión generada por las nuevas amenazas de aranceles por parte de Estados Unidos a la Unión Europea y México, y la posible respuesta de la UE, impacta en la demanda internacional de granos. El efecto se traslada al interior del país, donde el maíz permanece estancado en los campos y las ventas de soja evidencian un freno preocupante. La cosecha avanza, pero choca con demoras en la logística portuaria y una estrategia comercial que desalienta fijaciones de precios, afectando directamente la rentabilidad de los productores agropecuarios.

Estados Unidos impondría un arancel del 30% sobre productos importados desde Europa y México, generando caídas en los mercados y una reacción inmediata de la Unión Europea, que ya prepara represalias. Al mismo tiempo, el mercado energético muestra alta volatilidad, impulsado por sanciones a Rusia y por la demanda china, aunque luego se estabilizó tras anuncios políticos. Este entorno tenso reduce la demanda externa por productos agrícolas, especialmente en un escenario de gran cosecha en Estados Unidos y una sólida oferta desde Brasil, lo que presiona a la baja los precios internacionales.

Dante Romano, investigador del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, detalló que la condición de los cultivos de maíz y soja en Estados Unidos es la más alta desde junio de 2016, aunque hay preocupación por las condiciones climáticas cálidas y secas que podrían afectar los rindes. En Brasil, la safrinha de maíz muestra demoras pero comienza a presionar sobre la región. Además, las cosechas de trigo en Francia y Alemania se anticipan con una recuperación significativa, mientras que en Ucrania y Rusia la trilla está retrasada.

En Argentina, la Bolsa de Cereales de Rosario estima una producción de soja cercana a las 50 millones de toneladas, un volumen que supera ampliamente al ciclo anterior. Sin embargo, las ventas a precio sólo alcanzan el 41% de la producción, un número elevado respecto del promedio histórico, pero con un desplome posterior al 30 de junio, fecha en que se aplicaron nuevos derechos de exportación. En maíz, la situación es aún más preocupante: sólo el 35% se vendió a precio y un 44% incluyendo operaciones a fijar, muy por debajo del promedio del 57%. 

La cosecha avanza con algunas demoras climáticas en el centro-sur del país, pero el ingreso de camiones a puertos en Rosario es la mitad del volumen del año pasado. A esto se suma un lineup de buques elevado, con 2 millones de toneladas esperando carga, de las cuales 1,5 millones corresponden a Rosario.

La combinación de bajo envío de mercadería, pocas ventas a precio y alta demanda de embarques, lleva a que los compradores sobrepaguen el maíz, generando desequilibrios en el mercado local. Este fenómeno no sólo afecta la comercialización, sino también a actividades como el feedlot y la ganadería bovina, al elevar los costos de alimentación.

En junio, las ventas de soja se duplicaron como reacción anticipada al aumento de retenciones, alcanzando los 4,7 millones de toneladas en los primeros 18 días del mes. Las liquidaciones del sector agroexportador crecieron un 87% interanual, con ingresos por más de US$3.700 millones. Sin embargo, este flujo se desplomó una vez aplicados los nuevos impuestos, que fijaron la alícuota en 33% para la soja y 12% para el maíz.

La situación impacta directamente en las liquidaciones de divisas, la oferta de crédito agropecuario, y en la inversión en infraestructura vial y logística portuaria. Además, el peso argentino sufre presiones devaluatorias, ya que muchos actores buscan cobertura en dólares frente a la incertidumbre comercial.

La combinación de tensiones globales, políticas fiscales internas y problemas logísticos en puertos deja al agro argentino en una situación de parálisis comercial. El maíz no aparece en los puertos y la soja, que parecía recuperar dinamismo, se retrajo drásticamente tras la suba de retenciones. Es una alerta clara que compromete no sólo la coyuntura actual, sino también la competitividad futura del agronegocio nacional.

Agrolatam.com
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