Manejar con niebla: por qué nunca hay que usar luces altas ni balizas
La intensa niebla de esta mañana en Buenos Aires generó baja visibilidad y riesgos en la conducción. Las autoridades insisten en no encender luces altas ni balizas por motivos de seguridad.
Desde la madrugada del 8 de julio, una densa niebla cubrió la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, afectando la visibilidad y provocando demoras y cancelaciones de vuelos. Pero más allá de la logística aérea, el fenómeno representa un riesgo elevado para quienes deben circular por calles y rutas.
Ante este escenario, las autoridades reiteraron la importancia de conducir con extrema precaución. El respeto por ciertas normas básicas no solo evita accidentes sino que puede salvar vidas. La situación se agrava especialmente en zonas rurales, donde la convivencia entre automóviles, camionetas y maquinaria agrícola pesada es habitual.
¿Qué hacer y qué no hacer al conducir con niebla?
Usá las luces bajas. Es la única forma correcta de mejorar la visibilidad sin generar reflejos molestos. Si tu vehículo o máquina cuenta con faros antiniebla, activalos, especialmente el trasero solo en caso de niebla densa.
Nunca prendas las luces altas. Esto puede parecer contradictorio, pero es fundamental: la luz alta rebota en la niebla y genera un efecto de encandilamiento, afectando tu propia visión.
Reducí la velocidad. Prestá atención a la señalización: si ves dos signos de "V invertida", la velocidad máxima es 60 km/h; si ves uno solo, es 40 km/h. Esto aplica tanto para automóviles como para tractores o cosechadoras que transitan ocasionalmente por caminos rurales.
No te detengas sobre la ruta. Si necesitás frenar, hacelo lejos del camino, preferentemente en una estación de servicio o zona segura.
No enciendas las balizas mientras manejás. Estas luces indican que el vehículo está detenido. Encenderlas en movimiento puede confundir a otros conductores y provocar maniobras de riesgo. Este punto es clave en caminos rurales, donde la aparición de maquinaria agrícola puede ser inesperada y la visibilidad, limitada.
Usá referencias visuales como la línea blanca del carril. Si la niebla es muy densa, bajá un poco la ventana y apagá la radio para escuchar otros vehículos.
Mantené la distancia de seguridad. En condiciones normales deben ser al menos dos segundos respecto al vehículo de adelante (aproximadamente 54 metros a 100 km/h), pero con niebla se recomienda ampliarla, siempre que la visibilidad lo permita. En rutas agrícolas, esto es vital para evitar choques por alcance con tractores, pulverizadoras u otros equipos que circulan a menor velocidad.
Conducir con niebla requiere concentración, calma y respeto por normas simples pero fundamentales. Evitar luces altas y balizas en movimiento, reducir la velocidad y mantener la distancia pueden hacer la diferencia entre un viaje seguro y un accidente. En rutas rurales, donde la maquinaria agrícola comparte espacio con vehículos livianos, la prevención cobra aún más relevancia. Ante condiciones climáticas adversas, la mejor herramienta sigue siendo la responsabilidad al volante.