Maquinaria Agricola

China mete presión en el agro: la amenaza de sus tractores y cosechadoras en Argentina

La avanzada china inquieta a las fábricas de maquinaria instaladas en el país. Con un parque obsoleto y sin crédito, Argentina pierde productividad frente a sus competidores.

El sector de la maquinaria agrícola atraviesa un escenario de incertidumbre. Desde la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores (AFAT) remarcan que sostener el empleo y la producción en el país requiere una "adaptación permanente" a la macroeconomía. Sin embargo, el foco de las alertas se centra en la presión de la maquinaria importada desde China, que ofrece precios bajos y amenaza con desplazar la producción local.

"La maquinaria china hoy por hoy es una problemática a nivel mundial. Te compiten por precio", advirtió Leandro Brito Peret, director ejecutivo de AFAT, en un encuentro con la prensa. Aunque reconoce que todavía no hay un impacto fuerte en patentamientos, el dirigente asegura que el sector se prepara para competir en un mercado cada vez más exigente.

El problema no se agota allí. Hoy el 80% del parque de máquinas agrícolas supera la década de antigüedad, lo que genera una pérdida de productividad estimada en un 30%. Según datos de la cámara, la industria podría colocar hasta 8.000 tractores nuevos por año, pero actualmente el mercado apenas absorbe 6.000. En el caso de cosechadoras y pulverizadoras, las ventas rondan las 600 unidades anuales, cuando la necesidad real del agro argentino se ubica en torno a las 1.200.

La falta de financiamiento es otro cuello de botella. "Necesitamos bancos que entiendan que financiar bienes de capital no es lo mismo que cualquier otro crédito. El país lo requiere con urgencia", señaló Brito Peret. Si bien algunos bancos públicos y privados ofrecieron líneas atractivas en 2024, el primer semestre de 2025 mostró retrocesos, afectando la capacidad de los productores para renovar equipos.

A este escenario se suma la reciente apertura a la importación de maquinaria usada, una medida que, según AFAT, puede derivar en competencia asimétrica. "Podés traer equipos de países con estructuras fiscales más benevolentes y costos laborales mucho más bajos. Eso pone a las fábricas locales en desventaja", remarcan desde la entidad.

Las multinacionales instaladas en Argentina -entre ellas John Deere, AGCO, CNH, Claas y Jacto- subrayan que su valor agregado está en la adaptación al mercado local, la garantía y el servicio postventa. Frente a los precios de China, apuestan a diferenciarse con tecnología, digitalización y red de soporte técnico.

Sin embargo, el desafío de fondo sigue siendo el mismo: sin crédito accesible, será difícil renovar el parque y sostener la competitividad. En un agro donde cada punto de productividad cuenta, la pregunta es clara: ¿podrá la Argentina modernizarse a tiempo o la presión de la maquinaria china terminará inclinando la balanza?

Agrolatam.com
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