Mercado de granos: sube el maíz, cae la soja y el trigo se enfría por la presión externa
El mercado de granos cerró con contrastes: el maíz sube, la soja cede y el trigo pierde terreno. ¿Qué impacto tiene este tablero global en la competitividad argentina?
El campo argentino se mueve en un tablero complejo: mientras el maíz encuentra sostén en la demanda global, la soja retrocede por la falta de acuerdos comerciales y el trigo pierde terreno frente al peso de la oferta internacional. ¿Dónde queda parada la Argentina en esta pulseada que definen Estados Unidos, China, Rusia y Brasil?
Panorama de precios
El informe oficial de Mercados Agroalimentarios mostró un cierre mixto en los principales granos:
Soja (MATba - Chicago)
Set. 2025 | 293,10 | 298,50 | +5,40 |
Nov. 2025 | 302,90 | 303,80 | +0,90 |
Ene. 2026 | 305,10 | 306,10 | +1,00 |
May. 2026 | 296,00 | 297,50 | +1,50 |
Jul. 2026 | 301,00 | 301,50 | +0,50 |
En Chicago, la soja cayó hasta USD 5,3/t presionada por la falta de avances entre EE.UU. y China, sumado a pronósticos de lluvias en el Medio Oeste que anticipan una cosecha abultada.
Maíz (MATba - Chicago)
Set. 2025 | 178,20 | 178,90 | +0,70 |
Dic. 2025 | 180,80 | 181,00 | +0,20 |
Jul. 2026 | 169,30 | 169,50 | +0,20 |
En Chicago, el maíz subió por fuerte demanda externa y por temores de enfermedades y sequía en el cinturón maicero de EE.UU., en un contexto de cosecha récord.
Trigo (MATba - Chicago)
Set. 2025 | 188,50 |
Dic. 2025 | 194,10 |
Jul. 2026 | 207,14 |
Set. 2026 | 212,01 |
El trigo retrocedió en Chicago ante la abundante oferta del hemisferio norte y la presencia exportadora de Rusia y Australia, sumado a la recuperación del dólar.
¿Qué significa para Argentina?
La soja, nuestro cultivo estrella, vuelve a sufrir por factores externos: la dependencia de la relación EE.UU.-China y los vaivenes climáticos.
El maíz, con precios más firmes, aparece como un respiro, aunque la competencia con Brasil sigue siendo un desafío.
El trigo, clave para la balanza exportadora, enfrenta un mercado sobreofertado en el que Rusia y Australia ganan terreno.
En este escenario, Argentina se juega mucho más que precios: la competitividad está atada a la logística, la política cambiaria y las retenciones, mientras nuestros vecinos aprovechan reglas de juego más claras.
El agro argentino necesita previsibilidad interna para aprovechar las oportunidades externas. Mientras la región se consolida como proveedor clave de alimentos, Argentina debe definir si quiere ser protagonista o conformarse con un rol secundario.