México

México afronta millonarias pérdidas ganaderas por el cierre de la frontera con EE.UU.

Productores denuncian que la clausura temporal del paso fronterizo podría costar hasta 700 millones de pesos, impactando la economía rural y poniendo en jaque exportaciones clave.

La ganadería mexicana atraviesa horas de incertidumbre tras la clausura temporal de la frontera con Estados Unidos, medida que ha encendido alarmas en el sector productivo por su alto impacto económico. Según estimaciones de asociaciones ganaderas, las pérdidas podrían ascender a 700 millones de pesos, debido al freno en las exportaciones y a los costos adicionales derivados de mantener animales en corrales, transporte detenido y alimento extra.

Productores de distintas regiones del norte del país manifestaron su preocupación ante el cierre, ya que el mercado estadounidense es el principal destino de su ganado en pie. La paralización del tránsito fronterizo amenaza no solo la estabilidad de las ventas internacionales, sino también la capacidad de sostener los ingresos de miles de familias que dependen de la actividad ganadera.

Organizaciones ganaderas explicaron que cada día que pasa sin poder movilizar la mercancía incrementa los costos de operación, pues los animales deben ser alimentados y resguardados, generando gastos imprevistos en un contexto de precios ya ajustados por la inflación. Además, señalaron que la saturación de corrales y centros de acopio podría derivar en problemas sanitarios si no se logra destrabar el flujo comercial en breve.

Las pérdidas no se limitan únicamente a la exportación de reses. La industria cárnica, los transportistas, los trabajadores de la cadena logística y los comerciantes vinculados también sufren el golpe de la interrupción fronteriza, multiplicando el efecto negativo en la economía rural.

Expertos en comercio internacional advirtieron que la incertidumbre podría derivar en la pérdida de contratos y la afectación de la confianza de los compradores estadounidenses, que podrían volcarse hacia otros proveedores si el cierre se prolonga. Esto supondría un riesgo mayor para la competitividad del ganado mexicano, que durante años ha luchado por consolidar su presencia en el mercado norteamericano.

Mientras tanto, autoridades federales y estatales se mantienen en contacto con sus contrapartes en Estados Unidos para gestionar alternativas que permitan reactivar el tránsito comercial. Se evalúan opciones como la habilitación de otros puntos de cruce o la flexibilización de los controles para el ganado previamente certificado, con el fin de reducir los daños al mínimo.

La voz de los productores coincide en exigir soluciones rápidas y sostenibles para evitar que la situación se traduzca en despidos, cierre de pequeños corrales y un retroceso en la recuperación del sector agropecuario, que venía mostrando signos de repunte tras la pandemia.

Organizaciones de defensa rural, por su parte, solicitaron apoyo económico y líneas de financiamiento de emergencia para sobrellevar los costos extraordinarios, a la vez que insistieron en priorizar el diálogo bilateral para garantizar la continuidad de un comercio fundamental para la economía mexicana.

México, como uno de los principales exportadores de ganado en pie a Estados Unidos, depende en gran medida de mantener operativos y ágiles sus corredores comerciales, por lo que cualquier cierre prolongado podría convertirse en un obstáculo difícil de remontar. Las próximas jornadas serán clave para destrabar esta crisis y definir el futuro inmediato de miles de productores.

Agrolatam.com
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