El plan de carne en México no compensará las pérdidas por la suspensión de exportaciones
El GCMA alertó que el nuevo programa del Gobierno no sustituirá los beneficios económicos de vender ganado a EE.UU. El cierre fronterizo por el gusano barrenador ya impacta a los productores del norte.
El Gobierno de México lanzó un Plan Integral de Producción de Carne en los estados del norte como medida de contingencia ante la suspensión de exportaciones de ganado en pie hacia Estados Unidos, impuesta por las autoridades sanitarias de ese país tras la detección del gusano barrenador (Cochliomyia hominivorax) en territorio mexicano.
La iniciativa, presentada como una estrategia para fortalecer la producción nacional y generar valor agregado local, enfrenta críticas del sector privado. El director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), Juan Carlos Anaya Castellanos, advirtió que el plan no traerá los mismos beneficios económicos que las ventas directas de becerros al mercado estadounidense, principal destino de exportación del norte ganadero mexicano.
"El verdadero desafío no está en producir más carne, sino en erradicar el brote del gusano barrenador que provocó el cierre fronterizo", explicó Anaya al portal especializado Ganadería.com. Recordó que México ya tiene superávit en producción de carne bovina, por lo que el problema actual no es de oferta sino de restricciones sanitarias y pérdida de acceso a un mercado de alto valor.
Cierre fronterizo y distorsión en el mercado ganadero
Desde julio, el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) del USDA mantiene cerrada la frontera al ingreso de ganado en pie procedente de México, tras confirmarse focos del parásito en zonas del sur y centro del país.
Anaya calificó esta decisión como "unilateral", señalando que Estados Unidos ignoró los esquemas de regionalización sanitaria contemplados en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
"México sí aplica esos criterios -recordó-, incluso cuando se detectan brotes de influenza aviar en Estados Unidos, sin cerrar completamente el comercio. Este es un ejemplo de falta de reciprocidad en la aplicación de las reglas sanitarias internacionales".
Aunque se reportó un caso aislado del gusano barrenador en Nuevo León, gran parte del norte mexicano permanece libre de la plaga, lo que, según el especialista, permitiría reanudar las exportaciones bajo un esquema regionalizado sin riesgo para la sanidad del hato.
Mientras tanto, los productores del norte enfrentan pérdidas económicas significativas. La imposibilidad de exportar becerros obliga a muchos a vender en el mercado interno o mantenerlos en engorde durante más tiempo, lo que altera la dinámica comercial: Estados Unidos demanda animales jóvenes y ligeros, mientras el consumo local favorece reses de mayor peso.
Este desajuste impacta en los precios, costos de alimentación y rotación de inventarios, además de generar presión sobre los corrales y plantas de sacrificio en regiones como Chihuahua, Sonora, Coahuila y Durango, principales zonas exportadoras de ganado en pie.
El GCMA advirtió que, si el cierre persiste, México podría perder ingresos superiores a 800 millones de dólares en el corto plazo, y que el Plan de Producción de Carne difícilmente compensará ese impacto. El organismo insistió en la necesidad de coordinar esfuerzos bilaterales con Estados Unidos y acelerar la erradicación del gusano barrenador, un problema que no solo amenaza el comercio sino también la estabilidad sanitaria regional.