México enfrenta a EE.UU.: exige justicia por los aranceles "ilegales" de la era Trump
En un gesto firme y poco habitual, México declaró como injustos y violatorios del derecho internacional los aranceles que impuso Donald Trump al acero y aluminio. La postura oficial apunta a una reparación, mientras el conflicto comercial se reaviva en plena campaña electoral estadounidense.
Cinco años después de haber soportado en silencio las duras medidas proteccionistas de la administración de Donald Trump, México rompió el silencio diplomático. Esta semana, el gobierno mexicano manifestó públicamente que los aranceles del 25 % al acero y 10 % al aluminio, impuestos por el expresidente estadounidense en 2018, fueron "injustos, arbitrarios y contrarios a las normas del comercio internacional".
La declaración se produjo tras conocerse el fallo de un panel del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), que aunque no emitió una condena directa, sí reconoció que el país tiene derecho a rechazar como válidas esas medidas impuestas bajo argumentos de "seguridad nacional".
Reacción tardía pero firme
Si bien los aranceles fueron levantados en 2019 tras un acuerdo bilateral, México nunca había emitido una posición pública tan clara ni contundente sobre el episodio. La reciente declaración busca reafirmar su soberanía comercial y dejar precedentes ante nuevas amenazas proteccionistas.
"Fue un trato injusto, sin sustento legal, y una clara violación a los compromisos multilaterales", indicaron voceros de la Secretaría de Economía. El país espera que esta postura sirva de base para fortalecer los mecanismos de defensa comercial en el marco del T-MEC, sobre todo de cara a posibles escenarios similares si Donald Trump vuelve al poder en 2025.
Contexto: el proteccionismo de Trump y su impacto
Durante su mandato, Trump aplicó una serie de aranceles globales al acero y al aluminio, argumentando razones de seguridad nacional bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de EE.UU. Estas medidas afectaron duramente a México y Canadá, principales socios comerciales, y generaron una escalada de tensiones en plena renegociación del antiguo TLCAN.
Aunque México evitó confrontar directamente en ese momento, empresas nacionales del sector siderúrgico y automotriz perdieron competitividad y sufrieron desvío de comercio. Ahora, con la revisión del T-MEC en el horizonte (prevista para 2026), el gobierno mexicano parece reivindicar ese pasado y reclamar reglas más equitativas.
El valor estratégico del acero mexicano
México es un productor clave de acero en América Latina, con exportaciones principalmente dirigidas a Estados Unidos. Los aranceles impuestos por Trump redujeron el volumen comercial y forzaron a muchas empresas a absorber costos adicionales o a redirigir sus ventas a otros mercados.
Al considerar "injusto" el trato recibido, México también advierte que no aceptará nuevos castigos comerciales bajo argumentos de seguridad nacional, ya que estos son fácilmente manipulables para justificar medidas proteccionistas encubiertas.
¿Anticipo de una nueva guerra comercial?
El posicionamiento mexicano se da en un momento clave: la campaña electoral estadounidense se está polarizando y Trump, firme precandidato republicano, vuelve a agitar discursos proteccionistas. Ha prometido una tarifa general del 10 % para todas las importaciones si regresa a la Casa Blanca.
En este marco, México busca blindarse institucional y diplomáticamente, reforzando sus derechos en el marco del T-MEC y recordando que la relación comercial debe basarse en respeto mutuo y reglas claras.
Además, otras voces del gobierno mexicano dejaron entrever que se podrían reanudar conversaciones bilaterales para evitar futuros choques arancelarios, y que también se evaluará con Canadá una postura conjunta frente a eventuales distorsiones comerciales.