México

Nanopartículas de hierro: una apuesta mexicana para mejorar el rendimiento del maíz

Un estudio del Cinvestav analizó el efecto de nanopartículas de hierro en cultivos de maíz y en la vida del suelo. Los resultados muestran mayor productividad, pero también impactos temporales en lombrices adultas.

El uso de nanotecnología en la agricultura mexicana comienza a abrir nuevas posibilidades para incrementar el rendimiento de los cultivos y enfrentar los desafíos de la productividad. Tras más de una década de investigaciones en esta área, el científico Fabián Fernández Luqueño, del Departamento de Biotecnología y Bioingeniería del Cinvestav, ha evaluado cómo las nanopartículas pueden convertirse en alternativas o complementos a los fertilizantes tradicionales.

En uno de sus artículos más recientes, publicado en la revista científica Chemosphere, Fernández Luqueño analizó el impacto de nanopartículas de hierro sobre el maíz y los organismos del suelo, con especial atención en las lombrices, consideradas esenciales para mantener la salud de los ecosistemas agrícolas.

Según el investigador, "el uso de nanomateriales en el campo tiene mucho potencial, sobre todo aquellos sintetizados con base en elementos benéficos para las plantas, como es el caso del hierro que, al ser aplicado en nanopartículas, incrementa la biodisponibilidad en el suelo y aumenta tanto la absorción como el transporte del compuesto en la planta".

Los resultados del estudio señalan que la adición de 100 o 400 miligramos de nanopartículas de hierro (hematita y magnetita) por cada kilogramo de suelo seco permitió mejorar la actividad fotosintética del maíz, aumentando los pigmentos responsables de la fotosíntesis, así como el peso seco y fresco de las plantas, indicadores de mayor biomasa y productividad.

No obstante, el trabajo también mostró un efecto sobre la fauna edáfica: se detectó una disminución en el número de lombrices adultas en los suelos tratados, aunque en paralelo se observó un mayor número de lombrices jóvenes. Fernández Luqueño aclaró que esto no implica la desaparición de la población de estos animales, sino un cambio temporal en su estructura etaria, ya que los suelos tienen la capacidad de recuperarse en plazos relativamente cortos si se aplican las dosis adecuadas y bajo las condiciones correctas.

El ensayo se llevó a cabo durante 110 días en condiciones controladas de invernadero, con muestras de suelo y plantas proporcionadas por la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, en Saltillo, Coahuila.

El investigador reconoce que el uso agrícola de nanopartículas aún genera debate debido a los posibles riesgos de toxicidad para organismos del suelo. Sin embargo, sostiene que, si se aplican en función de su tamaño, composición y concentración óptima, los nanomateriales podrían convertirse en una herramienta viable para complementar la fertilización, siempre acompañada de protocolos de seguridad y futuras normativas.

"La aplicación comercial de nanotecnología en el campo todavía requiere más estudios que respalden una normatividad de su uso, pero los resultados muestran su factibilidad como una alternativa para contribuir a mejorar la productividad del campo nacional", puntualizó Fernández Luqueño.

La investigación abre el debate sobre cómo integrar la innovación científica al desarrollo de una agricultura sustentable en México. El reto será avanzar hacia un equilibrio entre el aumento de rendimientos y la protección de los ecosistemas que sostienen la fertilidad de los suelos.

Agrolatam.com
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