Visita de Narendra Modi a Argentina: una oportunidad clave para abrir nuevos mercados y potenciar el agro nacional
La visita de Narendra Modi a la Argentina podría abrir nuevos mercados y oportunidades de exportación para el agro, con foco en tecnología, valor agregado y cooperación bilateral.
La confirmación de la visita oficial del primer ministro de la India, Narendra Modi, a la Argentina abre una ventana estratégica para el país, y en particular para el sector agropecuario, en momentos en que la economía busca ampliar sus mercados de exportación y diversificar su matriz productiva. El encuentro con el presidente Javier Milei, previsto para este 5 de julio en Buenos Aires, no solo tiene un valor diplomático: también puede traducirse en nuevas oportunidades concretas para los agronegocios, la infraestructura rural, el valor agregado en alimentos y la apertura comercial hacia una de las economías más dinámicas del mundo.
La India es hoy la quinta economía global y una de las más pobladas, con una demanda creciente de alimentos, energía y tecnología. El comercio bilateral entre ambos países presenta un amplio margen de expansión. Actualmente, el aceite de soja representa más del 95% de las exportaciones argentinas a ese destino, con un incipiente crecimiento en los envíos de aceite de girasol. Pero el desafío es ampliar esa oferta con productos de mayor valor agregado, que incluyan harinas proteicas, legumbres, granos especiales, alimentos procesados, e incluso bienes de capital vinculados al sector agroindustrial.
Una de las claves de la reunión bilateral será reactivar el "Plan de trabajo sobre cooperación agroindustrial", que ya cuenta con antecedentes técnicos entre ambos países. Este acuerdo podría facilitar el acceso de productos agropecuarios argentinos a India, mediante mecanismos de homologación sanitaria, reducción de tiempos de aprobación y armonización de normativas de trazabilidad y sanidad animal y vegetal. Para los productores argentinos, esto implica no solo nuevos mercados, sino condiciones más previsibles y ágiles para exportar, especialmente en un contexto internacional signado por la volatilidad y la competencia.
Otro aspecto que genera expectativas en el campo argentino es el potencial acuerdo para avanzar hacia un esquema de libre comercio parcial, con reducciones arancelarias en productos estratégicos. En términos de rentabilidad, esto puede traducirse en mayores márgenes para la exportación de granos y subproductos, al eliminar o reducir barreras impositivas que hoy restan competitividad a la oferta nacional. La posibilidad de colocar alimentos directamente en el mercado indio, sin intermediación de países terceros, daría impulso a las cooperativas agroindustriales, las pymes rurales y a los productores de economías regionales.
El capítulo tecnológico también es relevante. Se espera que ambos gobiernos impulsen un esquema de cooperación que facilite el intercambio de maquinaria agrícola, sistemas de riego, plataformas de agricultura de precisión, y soluciones en biotecnología. Para el agro argentino, esto significaría un acceso más económico y rápido a tecnologías desarrolladas en India, país que ha logrado un notable desarrollo en mecanización adaptada a diversas escalas productivas. A su vez, se abriría una puerta para que empresas argentinas proveedoras de tecnología exporten soluciones a la región del sudeste asiático, potenciando la tecnificación del agro y la internacionalización del conocimiento local.
La conectividad también será parte de la agenda. Un acuerdo bilateral sobre servicios aéreos permitiría mejorar la logística de exportación, tanto para alimentos perecederos como para insumos, maquinaria y componentes agrícolas. Una logística más eficiente impacta directamente sobre los costos del productor, especialmente en un país donde la infraestructura vial sigue siendo una cuenta pendiente.
Por otro lado, India ha mostrado interés en participar en proyectos de inversión ligados al sector energético argentino, como biocombustibles, energía solar y fertilizantes, insumos clave para el sector agrícola. El ingreso de capitales en estas áreas puede tener un efecto derrame positivo, mejorando la disponibilidad y precios de insumos estratégicos, con impacto directo en los costos de producción del agro.
En este contexto, el rol de instituciones como el INTA, SENASA y la Secretaría de Bioeconomía será clave para traducir los acuerdos gubernamentales en beneficios tangibles para el productor agropecuario. También será vital la participación del sector privado, a través de cámaras como CIARA-CEC, COPAL, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Bolsa de Comercio de Rosario, que pueden articular la demanda del mercado con políticas comerciales activas.
En síntesis, la visita de Narendra Modi representa una oportunidad concreta para reposicionar a la Argentina como proveedor confiable de alimentos, tecnología y energía en un mercado con enorme potencial de crecimiento. Si se logra avanzar hacia una agenda de mediano plazo, con foco en la sustentabilidad, la innovación y la mejora de la competitividad, el encuentro entre ambos líderes puede marcar un punto de inflexión para el sector agroexportador argentino. El desafío será sostener esta apertura con políticas públicas consistentes, que acompañen el esfuerzo de un sector que sigue demostrando su capacidad de adaptación y liderazgo, aún en contextos adversos.