Panamá

Panamá ante la disyuntiva: apertura comercial o proteccionismo

Las recientes restricciones a las importaciones de arroz y lácteos reabren el debate sobre el rumbo de la política económica panameña.

El presidente José Raúl Mulino anunció que el Gobierno respaldará al sector lácteo bajo un esquema similar al aplicado con el arroz, condicionando las importaciones al consumo previo de producción nacional. La medida, avalada por el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), refuerza la línea de protección a ciertos sectores, pero abre dudas sobre su compatibilidad con los compromisos internacionales de Panamá.

El peso de los acuerdos internacionales

Desde 1997, Panamá es miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y ha suscrito una red de tratados de libre comercio (TLCs) con socios estratégicos como Estados Unidos, la Unión Europea y Costa Rica. Estos acuerdos prohíben restricciones cuantitativas y barreras no arancelarias, exigiendo un trato equitativo entre productos nacionales e importados.

El Tratado de Promoción Comercial con EE.UU., el Acuerdo de Asociación con la UE y el TLC con Costa Rica contienen cláusulas que impiden condicionar las importaciones a la compra de producción local. De igual manera, el Mercosur, al que Panamá aspira a integrarse plenamente, limita medidas proteccionistas que afecten el comercio entre sus miembros.

En paralelo, el país ha manifestado su interés en sumarse a la OCDE, organización que promueve la apertura, la competencia y la transparencia comercial. Iniciativas restrictivas podrían complicar este proceso de adhesión y restar credibilidad internacional.

¿Apertura o cierre de oportunidades?

Los analistas sostienen que el libre comercio, acompañado de políticas de apoyo al agro en innovación y eficiencia, es la vía para fortalecer la economía y diversificar la producción. Ejemplos como Costa Rica muestran que apostar por la integración global impulsa exportaciones y mejora la calidad de vida de los ciudadanos.

El proteccionismo, en cambio, puede encarecer la canasta básica, limitar la competencia y perpetuar la falta de modernización en sectores productivos. Para un país que aspira a consolidarse como referente regional y global en comercio, Panamá enfrenta un dilema decisivo: abrirse al mundo o retroceder hacia esquemas que podrían frenar su desarrollo.

Agrolatam.com
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