La avicultura panameña se consolida como referente regional en el Congreso Centroamericano y del Caribe
Con más de 2.000 participantes de 45 países, Panamá mostró el peso de su industria avícola, líder en consumo per cápita de pollo en América Latina, y presentó la campaña "100 % Pollo Fresco Panameño" para reforzar la confianza del consumidor.
La industria avícola de Panamá vive un momento de reconocimiento internacional. El Congreso Centroamericano y del Caribe de Avicultura, organizado por la Federación de Avicultores de Centroamérica y el Caribe (Fedavicac) y la Asociación Nacional de Avicultores de Panamá (Anavip), reunió la semana pasada a más de 2.000 participantes provenientes de 45 países, consolidando al país como anfitrión de uno de los encuentros técnicos más relevantes de la región.
La inauguración, celebrada en el moderno Centro de Convenciones de Panamá, estuvo marcada por un mensaje de compromiso social y sostenibilidad. "La avicultura es una misión silenciosa pero especial para el bienestar de la población", destacó Fulvia de Vargas, presidenta del congreso, al abrir oficialmente el evento. Sus palabras resonaron como un recordatorio de la importancia estratégica que tiene la proteína animal más consumida del mundo.
La magnitud del encuentro sorprendió incluso a los organizadores. Para dimensionar, el OVUM, Congreso Latinoamericano de Avicultura realizado en noviembre, reunió a 3.000 participantes. El hecho de que un congreso subregional alcanzara dos tercios de esa convocatoria demuestra el peso que ha ganado la avicultura centroamericana y caribeña en el mapa mundial.
Lejos de ser un país pequeño en términos productivos, Panamá exhibió cifras contundentes. Con una tradición avícola que se remonta a 1939, hoy cuenta con 466 granjas distribuidas en todo el territorio y 12 plantas de procesamiento bajo supervisión veterinaria permanente del Ministerio de Salud, garantizando altos estándares de inocuidad alimentaria.
En 2024, la producción nacional alcanzó 229.000 toneladas de carne de pollo, mientras que el consumo per cápita llegó a 55,8 kilos por persona, el más alto de América Latina y muy por encima del promedio regional de 37,4 kilos. A esto se suma la producción de 852 millones de huevos, consolidando el aporte del sector al abastecimiento interno.
Para reforzar la confianza del consumidor y promover el origen local, la industria lanzó recientemente la campaña "100 % Pollo Fresco Panameño", destinada a resaltar la importancia de consumir productos nacionales y diferenciar la calidad del pollo fresco frente a alternativas importadas o congeladas.
Durante el congreso también se destacó la figura de María del Rosario de Falla, primera mujer en presidir la Asociación Latinoamericana de Avicultura (ALA), quien subrayó que "la industria avícola centroamericana es una historia de generaciones, de trabajo honesto, innovación y resiliencia frente a desafíos que muchas veces parecen desproporcionados".
Este testimonio reflejó la trayectoria de un sector que, tras casi un siglo desde los pioneros avicultores centroamericanos, no solo mantiene su vigencia sino que amplía su alcance, elevando la producción y el consumo en un contexto de creciente competitividad global.
Un congreso que proyecta futuro
El Congreso Centroamericano y del Caribe no solo fue un espacio de actualización técnica, sino también un punto de encuentro para discutir la sostenibilidad, la seguridad alimentaria y el rol de la avicultura como motor económico. La alta participación internacional refuerza la idea de que la región tiene un peso estratégico en la producción de proteína animal más eficiente del planeta.
Panamá, con su capacidad organizativa, su infraestructura y el dinamismo de su industria, se posiciona como un referente avícola regional, capaz de marcar agenda en los desafíos que enfrenta el sector: garantizar seguridad alimentaria, responder a la presión ambiental y mantener precios accesibles en un contexto de volatilidad global.
El balance final del evento dejó claro que la avicultura panameña brilla con luz propia, sustentada en resultados productivos, altos niveles de consumo y una apuesta por la innovación y la sostenibilidad.