MIDA intensifica vacunación de bovinos y control de murciélagos hematófagos en Veraguas
Se han vacunado más de 15 mil bovinos y capturado 179 hematófagos en zonas afectadas por brotes de fiebre.
El Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), a través de la coordinación de Salud Animal en Veraguas, ejecuta una campaña masiva de vacunación de bovinos junto con un plan de captura de murciélagos hematófagos, en respuesta a la detección de brotes de fiebre en ganado bovino en la comunidad de Quebrada de Oro, distrito de Soná.
La estrategia inició con 30 giras en la zona de afectación, que permitieron la captura de 146 hematófagos. Ante la necesidad de ampliar la cobertura, se enviaron brigadas a los distritos de Río de Jesús, Montijo, Santa Fé, Atalaya y Santiago, además de comunidades como Quebro y La Garciana, donde se lograron capturar 33 murciélagos adicionales. En total, el operativo acumula ya 179 hematófagos capturados en 45 giras.
De forma paralela, el MIDA avanza en un programa de vacunación bovina que alcanzó a 212 rebaños o fincas, logrando la inmunización de aproximadamente 15.000 bovinos. Según el doctor Renato Barrera, coordinador de Salud Animal del MIDA en Veraguas, estas acciones son clave para proteger la producción ganadera, contener la propagación de enfermedades y resguardar los ingresos de las familias rurales que dependen de esta actividad.
Riesgo sanitario y económico
Los murciélagos hematófagos (Desmodus rotundus), conocidos popularmente como "chupasangre", se alimentan de la sangre de animales domésticos y silvestres, y son considerados vectores de la rabia bovina, una enfermedad que provoca pérdidas económicas severas y representa un riesgo para la salud pública. La rabia paralítica bovina puede causar la muerte de los animales, disminuyendo la disponibilidad de carne y leche, y afectando la seguridad alimentaria del país.
El hato bovino en Panamá, particularmente en la provincia de Veraguas, tiene un peso relevante en la economía agropecuaria. La ganadería no solo es fuente de proteína animal para el consumo local, sino que también sustenta empleos directos e indirectos en comunidades rurales. Un brote no controlado puede comprometer tanto la producción interna como las exportaciones, lo que explica la urgencia de campañas masivas como la que hoy desarrolla el MIDA.
Vacunación preventiva y control integrado
Las brigadas veterinarias aplican la vacuna antirrábica en bovinos como medida preventiva y simultáneamente desarrollan el control poblacional de murciélagos hematófagos, dos pilares que deben ir de la mano para lograr efectividad. Vacunar al ganado sin controlar los vectores, o controlar a los vectores sin inmunizar a los animales, no ofrece resultados sostenibles.
El MIDA, a través de su plan sanitario, busca no solo reaccionar frente a brotes ya detectados, sino también prevenir nuevos focos en zonas donde la ganadería es la principal actividad productiva. La cobertura territorial en distritos de difícil acceso es un componente fundamental para blindar a las comunidades rurales frente a la amenaza de enfermedades zoonóticas.
Ganadería y seguridad alimentaria
El sector ganadero panameño enfrenta retos crecientes: desde el cambio climático, que altera los ciclos productivos, hasta la presión sanitaria por plagas y enfermedades. En este contexto, las campañas de vacunación y control representan una inversión en seguridad alimentaria nacional. Proteger la salud de los bovinos significa asegurar el abastecimiento de carne y leche, productos esenciales en la dieta de los panameños.
La ganadería en Veraguas es además un motor de desarrollo rural. Miles de familias dependen de la venta de animales y derivados lácteos para sostener su economía. Por ello, la labor del MIDA no solo tiene un impacto sanitario, sino también social y económico, al garantizar que pequeños y medianos productores no pierdan su capital productivo.
El control sanitario del ganado y la gestión de vectores hematófagos son tareas permanentes que requieren continuidad y recursos. Más allá de esta campaña específica, el MIDA trabaja en un enfoque de sanidad animal integral, que incluye vigilancia epidemiológica, capacitación a productores y coordinación con gobiernos locales para atender rápidamente cualquier foco que aparezca.
Las acciones en Veraguas representan un ejemplo de la necesidad de mantener campañas periódicas y masivas, que combinen prevención, control y educación comunitaria. Con ello, Panamá refuerza su capacidad de respuesta frente a enfermedades que amenazan tanto al sector agropecuario como a la salud de las personas.