Paraguay

El auge del sector forestal posiciona a Paraguay como potencia emergente en madera sostenible

Con más de 187.000 toneladas exportadas, el sector forestal crece 65% y avanza hacia un modelo industrial y sostenible con impacto nacional.

El sector forestal paraguayo atraviesa una etapa de expansión sin precedentes. Según el Instituto Forestal Nacional (Infona), las exportaciones de productos forestales aumentaron 65,3% en los últimos dos años, alcanzando 187.473 toneladas entre 2022 y 2024, frente a las 113.422 toneladas del ciclo anterior.

La cifra confirma el dinamismo del rubro y su consolidación como nuevo motor de la economía nacional, con fuerte presencia en el interior del país y creciente protagonismo en los mercados internacionales.

Paraguay cuenta hoy con más de 339.000 hectáreas de plantaciones forestales monitoreadas, lo que representa un incremento de 135.000 hectáreas en solo dos años. Los departamentos de Caaguazú, Itapúa y Alto Paraná lideran este crecimiento, impulsados por la instalación de industrias forestales dedicadas al aserrado, laminado y producción de carbón vegetal.

El eucalipto continúa siendo la especie predominante. Por su rápido crecimiento y adaptabilidad, se convirtió en la base de un modelo que combina rentabilidad con sostenibilidad, y que permite destinar la producción tanto a la biomasa energética como a productos de exportación con alto valor agregado, principalmente hacia Asia y Europa.

El salto de más de 70.000 toneladas en las exportaciones refleja una transformación estructural del sector, que avanza hacia la industrialización local y reduce la dependencia de la venta de materia prima sin procesar. Cada vez más empresas apuestan por procesar madera dentro del país, agregando valor y empleo.

La capacidad industrial también se expandió: aserraderos, laminadoras, chipeadoras y carbonerías se distribuyen en la región Oriental, generando miles de empleos directos e indirectos y dinamizando las economías departamentales.

A nivel ambiental, el crecimiento del rubro suma ventajas adicionales. Cada hectárea forestada absorbe grandes volúmenes de dióxido de carbono, lo que posiciona a Paraguay como potencial proveedor de bonos de carbono en el mercado internacional. En este sentido, el sector no solo impulsa el PIB, sino que también mejora el perfil climático del país.

Detrás de estos resultados se encuentran políticas públicas de largo aliento, como la Ley 536/94 de Fomento a la Forestación y Reforestación, que ofrece beneficios fiscales a los productores forestales. A ello se suman créditos verdes promovidos por el Banco Nacional de Fomento (BNF) y la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), destinados a proyectos de reforestación y desarrollo industrial sostenible.

"El sector forestal dejó de ser marginal: hoy representa una alternativa seria para diversificar la economía paraguaya", resume el reporte de Infona, que destaca el rol del Estado como articulador de un crecimiento basado en inversión, sostenibilidad y trazabilidad.

Con más de 19 millones de hectáreas con potencial forestal, de las cuales 8,4 millones presentan condiciones altas o muy altas, Paraguay enfrenta una oportunidad histórica. El desafío es avanzar hacia una economía forestal de mayor valor agregado, exportando no solo madera, sino también muebles, tableros, pellets y biocombustibles.

La tendencia global hacia la economía verde favorece este proceso: las plantaciones forestales generan divisas, empleo rural, energía renovable y créditos de carbono, consolidando un modelo donde el bosque es, además de recurso natural, un activo económico estratégico.

Si el ritmo de crecimiento del 65% se mantiene, el sector podría duplicar su participación en las exportaciones no tradicionales antes de 2030. El reto será sostener ese impulso mediante tecnología, inversión y trazabilidad, pilares de una cadena que hoy se perfila como una de las más dinámicas del país.

Porque, como señala el Infona, el futuro económico del Paraguay también se escribe entre los árboles.

Agrolatam.com
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