Perspectivas agroclimáticas Paraguay: lluvias clave para la campaña 2025
Tras meses marcados por sequías y temperaturas extremas, el agro paraguayo mira al cielo con expectativa. Lluvias moderadas traen alivio a productores del Chaco y la Región Oriental. Un nuevo análisis de Capeco y Eduardo Sierra traza el mapa climático de la zafra 2025.
Con el inicio de la zafra 2025-2026, el campo paraguayo vuelve a ocupar un lugar central en las preocupaciones económicas y ambientales del país. El reciente boletín agroclimático de Capeco, junto a datos de la Dirección de Meteorología e Hidrología, confirma un panorama de precipitaciones irregulares para el segundo semestre, con riesgo de eventos extremos y déficit hídrico en regiones clave.
A esto se suma un contexto global complejo: volatilidad en precios de commodities, presión logística en la hidrovía y una necesidad urgente de tecnificación e inversión en infraestructura vial. Las miradas están puestas en cómo responderán los productores: entre limitaciones crediticias y nuevas herramientas tecnológicas para sostener rendimiento y trazabilidad.
Datos clave de la campañaSegún proyecciones del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y de Capeco, se estima que Paraguay sembrará unas 3,6 millones de hectáreas de soja, con una ligera retracción frente a la zafra pasada. El maíz y el trigo también muestran ajustes en superficie sembrada, debido a los efectos del clima y la rotación de cultivos.
Por su parte, el Banco Central del Paraguay (BCP) advierte sobre un descenso en el crecimiento del PIB agrícola para el tercer trimestre, afectado por el retraso en la siembra y un alza en los costos de producción. Entre ellos, el encarecimiento de agroquímicos importados y el aumento sostenido del combustible, que golpean especialmente al pequeño y mediano productor.
Clima: el factor que todo lo condicionaLa incertidumbre climática vuelve a ser el principal condicionante. Según Capeco, los modelos proyectan lluvias por debajo de lo normal entre julio y septiembre, afectando el arranque de la campaña en zonas del sur y este.
Esto obliga a replantear las fechas de siembra, optar por semillas más resistentes y planificar estrategias de manejo de riesgo climático, como seguros agrícolas, riego asistido y coberturas.
Logística en jaque: hidrovía y caminos ruralesEl sistema de transporte interno y fluvial continúa siendo una debilidad estructural. Aunque se avanza en el dragado de la hidrovía Paraguay-Paraná, persisten los cuellos de botella para exportar granos, especialmente desde el norte del país. Además, los caminos rurales deteriorados complican el traslado hacia los principales centros de acopio y embarque.
Tecnología y financiamiento: claves de adaptaciónA pesar de los obstáculos, muchas cooperativas y productores están apostando a la agricultura de precisión, al uso de plataformas climáticas y al monitoreo satelital de cultivos. También crece la adopción de prácticas de conservación como la siembra directa, la rotación de cultivos y el uso de coberturas verdes.
Desde el sector público y cooperativo, se impulsan nuevas líneas de crédito rural, orientadas a financiar maquinarias, insumos y tecnologías de riego inteligente. Además, se fortalece la capacitación técnica en buenas prácticas agrícolas (BPA), trazabilidad y sanidad vegetal, sobre todo para mercados de exportación exigentes.
Competitividad, sustentabilidad y cooperación público-privadaEl gran reto del agro paraguayo es mantener su competitividad sin descuidar la sustentabilidad. Las nuevas exigencias internacionales en huella hídrica, carbono neutro y trazabilidad ambiental están empujando al sector hacia una profesionalización acelerada.
La hidrovía puede representar una ventaja estratégica, si se concreta la inversión necesaria. Pero el agro también necesita infraestructura vial, conectividad digital y acceso a seguros agrícolas, especialmente para amortiguar los efectos de una campaña imprevisible.
Voces del campoSegún declaraciones recientes de representantes de la Asociación de Productores de Granos (APG), "la clave será adaptarse rápido y aprovechar los meses de buena humedad para sembrar en tiempo óptimo". Desde Capeco, advierten que "la coordinación público-privada será esencial para sortear la campaña sin mayores pérdidas".
La zafra 2025-2026 será un test para la resiliencia del agro paraguayo. En un contexto climático, económico y político desafiante, las decisiones que se tomen en los próximos meses definirán no solo los rendimientos, sino también la capacidad del país para sostener su posición en los mercados globales y avanzar hacia un modelo más sostenible e inclusivo.