Perú potencia el sol: crece la matriz energética con centrales solares y se abren oportunidades para el agro
Con 17 plantas solares operativas y una generación que supera los 1.600 GWh, Perú da pasos firmes hacia la diversificación energética. El impacto se extiende más allá del sector eléctrico: el agro también se prepara para aprovechar esta transición.
Perú acelera su transición energética con una apuesta clara por el sol: ya cuenta con 17 centrales solares fotovoltaicas que, en conjunto, generan 1.671 gigavatios hora (GWh) de energía eléctrica. Esta capacidad representa un avance concreto hacia una matriz más limpia, menos dependiente de fuentes fósiles, y con impacto directo en el desarrollo sostenible de regiones rurales.
La energía producida se inyecta al Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN), garantizando un abastecimiento más diversificado y con menor huella ambiental. Según datos del Ministerio de Energía y Minas (Minem), la participación de las renovables no convencionales -entre ellas la solar- alcanza el 6% del total de generación nacional, con un crecimiento constante en la última década.
Las regiones con mayor presencia de infraestructura solar son Arequipa, Moquegua, Tacna e Ica, zonas donde la radiación solar es alta y estable. Esto no solo favorece el rendimiento energético, sino que abre una ventana estratégica para impulsar proyectos agroenergéticos, especialmente en zonas agrícolas que buscan reducir costos eléctricos y mejorar su sostenibilidad productiva.
Desde el sector agroindustrial, ya se observan iniciativas de riego tecnificado, bombeo solar y postcosecha con energía renovable, lo que mejora la competitividad de pequeños y medianos productores en climas áridos o con acceso limitado a la red eléctrica convencional.
La inversión en estas 17 centrales ha sido mayoritariamente privada, con respaldo en contratos de largo plazo y licitaciones promovidas por el Estado, lo que da confianza al mercado. Expertos del sector energético aseguran que Perú tiene potencial para triplicar su capacidad solar en los próximos años, gracias a sus condiciones geográficas y a una demanda creciente de energía limpia.
Además, el avance en energías renovables abre posibilidades para integrar nuevas tecnologías como almacenamiento con baterías, generación distribuida y redes inteligentes, elementos clave para asegurar estabilidad y eficiencia en el suministro eléctrico, incluso en regiones agrícolas alejadas.
La apuesta por lo solar no es solo una respuesta al cambio climático: es también una oportunidad para articular energía, desarrollo rural y producción agropecuaria con menor impacto ambiental.