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Perú consolida su dominio mundial en la uva de mesa mientras China redefine el mapa global del comercio frutícola

El país andino se consolida como el principal exportador mundial, desplazando a Chile, mientras China emerge como un actor clave que podría redefinir el mercado internacional hacia finales de la década.

El sector frutícola peruano sumó un nuevo hito: el país se consolidó como el mayor exportador mundial de uva de mesa, según el informe más reciente de RaboResearch. El reporte confirma que Perú ha superado a Chile y se posiciona en la cima del comercio global, impulsado por la ampliación de su frontera productiva, la modernización tecnológica y una estrategia comercial orientada a la diversificación de destinos.

El análisis del banco holandés indica que las exportaciones peruanas de uva de mesa continúan registrando un crecimiento sostenido, respaldado por la calidad del producto y la capacidad logística de sus empresas exportadoras. Paralelamente, China emerge como el nuevo competidor estructural, con proyecciones de exportar más de 100 millones de cajas en los próximos años, lo que transformará el equilibrio de la oferta mundial hacia finales de la década.

Los especialistas de RaboResearch señalan que el éxito de Perú no solo refleja su liderazgo en volumen, sino también una mayor competitividad varietal, con predominio de nuevas variedades sin semilla y un perfil de sabor y textura más adaptado a los mercados internacionales. Además, el país ha sabido diversificar su calendario de producción, aprovechando las ventajas climáticas de regiones como Piura, Ica y Lambayeque, lo que le permite mantener abastecimiento constante entre octubre y marzo, una ventana clave para los mercados del hemisferio norte.

Asia impulsa la demanda, Europa y EE. UU. mantienen su liderazgo importador

El informe de RaboResearch destaca que el sudeste asiático se perfila como un mercado estratégico para los exportadores de uva del hemisferio sur. "La creciente demanda regional ofrece oportunidades aún no explotadas para los productores que buscan crecimiento en nuevos destinos", explicó Gonzalo Salinas, analista senior del banco. China, además de consolidarse como exportador creciente, impulsa también el consumo interno gracias al aumento del poder adquisitivo de su clase media y a cambios en los hábitos alimentarios hacia frutas frescas de mayor valor.

Según Salinas, la autosuficiencia china modificará la dinámica del comercio global: "A medida que China se vuelve más autosuficiente, dependerá menos de las importaciones, consolidando su posición en la industria global de la uva de mesa". Esta evolución, advierte el informe, puede implicar un desplazamiento gradual de proveedores tradicionales como Estados Unidos, Chile o Sudáfrica en ciertos segmentos del mercado asiático.

En Norteamérica, las exportaciones estadounidenses se mantienen estables, con una tendencia de crecimiento en México, donde la expansión de la distribución minorista y las estrategias promocionales fortalecen la posición de la uva mexicana tanto en el mercado interno como en el estadounidense. La industria mexicana ha mostrado resiliencia frente a eventos climáticos y una recuperación sostenida tras los impactos de sequías y olas de calor.

Por su parte, las exportaciones sudamericanas en conjunto alcanzaron un récord de 1,3 millones de toneladas métricas en 2024, un aumento que sienta las bases para un nuevo ciclo de expansión en 2025/26, apoyado en la recuperación climática y en la consolidación de variedades premium demandadas por supermercados europeos y asiáticos.

En términos de consumo, la Unión Europea y Estados Unidos se mantienen como los principales destinos, concentrando el 43 % del volumen mundial importado. Las importaciones en estos mercados crecen a una tasa anual del 2 %, mientras el consumo per cápita en Estados Unidos aumentó hasta 8,2 libras (3,6 kg) por persona y podría alcanzar 9 libras (4 kg) en la campaña 2025/26, reflejando una tendencia hacia dietas más saludables y una mayor preferencia por frutas frescas de fácil acceso.

El dinamismo asiático, sin embargo, representa la novedad más relevante del estudio. Países como Vietnam, Malasia, Indonesia y Filipinas comienzan a posicionarse como nuevos compradores de uva peruana, en paralelo al crecimiento de la demanda china. Para el sector, esta región ofrece un potencial de expansión considerable, tanto por población como por hábitos de consumo emergentes.

Los analistas coinciden en que la competencia entre Perú y China definirá la nueva estructura del mercado global. Mientras el primero mantiene ventajas en calidad, trazabilidad y contraestación, el segundo cuenta con escala y proximidad a los grandes centros de consumo asiáticos. El desafío para Perú será preservar su liderazgo en rentabilidad y sostenibilidad, evitando depender exclusivamente de su volumen y apostando por diferenciación varietal y certificaciones ambientales.

Con una balanza comercial en crecimiento y una reputación consolidada por su calidad exportadora, Perú reafirma su papel como líder mundial de la uva de mesa, pero la competencia asiática se perfila como el factor que determinará el ritmo de transformación del mercado en la próxima década.

Agrolatam.com
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