Plan Safra 2025/26: agricultura familiar brasileña accede a financiamiento récord
El gobierno de Brasil anunció un Plan Safra para la agricultura familiar con recursos históricos para la próxima campaña. Productores rurales ven una oportunidad de ampliar inversiones, pero advierten desafíos para el acceso al crédito.
La agricultura familiar de Brasil contará con un volumen de financiamiento histórico en la campaña 2025/26. El ministro de Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar anunció la puesta en marcha de un Plan Safra sin precedentes, con recursos destinados a impulsar la productividad, la generación de empleo y la sustentabilidad de las economías rurales.
Según declaraciones oficiales, el monto disponible superará los 76.000 millones de reales, un crecimiento importante frente al ciclo anterior. Este financiamiento será clave para apoyar a miles de pequeños y medianos productores que sostienen la base alimentaria del país, con cultivos de subsistencia y comercialización directa que forman parte esencial del sistema agroalimentario brasileño.
El objetivo del Plan Safra es múltiple: ampliar el acceso al crédito rural, facilitar la compra de insumos, modernizar las técnicas productivas y fomentar prácticas sostenibles. También se priorizarán proyectos que promuevan la transición agroecológica y la mitigación de los efectos del cambio climático, aspectos que el gobierno considera centrales para la competitividad de la agricultura familiar en el futuro cercano.
El ministro remarcó que parte de estos fondos se orientarán a líneas especiales para mujeres rurales, jóvenes emprendedores y comunidades tradicionales, con el fin de garantizar inclusión social y fortalecer el arraigo en el campo. La idea es evitar la migración hacia las ciudades y preservar la cultura productiva de las familias rurales.
Organizaciones de productores recibieron la noticia con expectativas positivas, aunque no sin advertir sobre obstáculos ya conocidos. Entre ellos, mencionaron la burocracia para acceder al financiamiento, las trabas documentales y la necesidad de asistencia técnica más cercana, para garantizar que los créditos lleguen de forma efectiva a los destinatarios.
El Plan Safra también destinará recursos a mejorar infraestructuras rurales, con inversiones en caminos, electrificación, redes de abastecimiento de agua y programas de conectividad digital, lo que resulta prioritario para potenciar la comercialización y el agregado de valor en las producciones de base familiar.
Brasil cuenta con más de 4 millones de establecimientos rurales familiares, responsables de alrededor del 70% de los alimentos que se consumen en el país. Por eso, el refuerzo del crédito para este segmento es visto como una política estratégica para fortalecer la seguridad alimentaria y sostener la economía de amplias zonas rurales.
Los técnicos del sector destacan que el éxito del Plan Safra no solo dependerá de los recursos disponibles, sino de la capacidad de coordinación interinstitucional para garantizar transparencia, eficiencia y acompañamiento al productor.
Con un volumen de financiamiento récord, el Plan Safra 2025/26 podría marcar un antes y un después para la agricultura familiar brasileña, si logra superar viejos obstáculos y consolidar una producción más sostenible, rentable y socialmente integrada.