Lluvias, nevadas y granizadas en la sierra peruana: productores agropecuarios en alerta
Las condiciones podrían afectar cultivos y ganadería de altura en plena campaña agrícola.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) informó que hasta el viernes 17 de octubre se registrarán lluvias, nevadas y granizadas de moderada a fuerte intensidad en la sierra peruana. El fenómeno -que llega en plena etapa de desarrollo de cultivos- genera preocupación entre los productores agropecuarios, especialmente en zonas de altura donde los eventos extremos pueden afectar la producción y las pasturas.
Según el pronóstico, las precipitaciones estarán acompañadas de descargas eléctricas y ráfagas de viento de hasta 45 km/h, condiciones que podrían causar daños en cultivos sensibles, erosión en terrenos con pendiente y afectaciones al ganado en pastoreo.
El Senamhi detalló que se esperan acumulados cercanos a 18 mm/día en la sierra norte y valores de 14 mm/día en la sierra central y sur, niveles considerados altos para esta época del año. Además, se prevé ocurrencia de granizo por encima de los 2800 metros sobre el nivel del mar y nevadas en zonas superiores a los 3800 metros, especialmente en sectores altoandinos de Cusco, Puno, Arequipa, Apurímac y Ayacucho.
Impacto agrícola y ganadero
Los especialistas advierten que estas condiciones pueden tener un impacto directo en la actividad agropecuaria, justo cuando varias regiones se encuentran en la fase inicial del ciclo agrícola 2025-2026. Los cultivos de papa, maíz, cebada y quinua -característicos de la sierra central y sur- podrían verse afectados por el exceso de humedad, la compactación de suelos y la caída de granizo, que suele provocar quemaduras y daños en hojas tiernas.
Asimismo, el servicio ganadero y los pequeños criadores de alpacas y ovinos enfrentan riesgos por las bajas temperaturas derivadas de las nevadas. El enfriamiento extremo puede afectar la salud animal y reducir la disponibilidad de forraje natural en los pastizales andinos.
Autoridades regionales y direcciones agrarias vienen coordinando con los Comités de Gestión de Riesgo Agroclimático para implementar medidas preventivas, como la cobertura de cultivos con mallas protectoras, el drenaje de terrenos anegados y la distribución de alimento suplementario para el ganado.
El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI) recordó la importancia de activar los seguros agrarios catastróficos (SAC) en caso de pérdidas severas, y mantener comunicación permanente con las agencias agrarias locales. Las lluvias intensas también podrían alterar la transitabilidad en caminos rurales, dificultando el transporte de productos y el acceso a insumos básicos.
Regiones en alerta y recomendaciones técnicas
El Senamhi emitió alerta meteorológica para las regiones de Amazonas, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Junín, La Libertad, Lambayeque, Moquegua, Pasco, Puno, San Martín y Tacna.
En estas zonas, las precipitaciones podrían favorecer temporalmente la recarga hídrica de suelos y reservorios, aunque también existe el riesgo de inundaciones locales y deslizamientos en áreas con fuerte pendiente.
Los especialistas recomiendan a los agricultores evitar labores de siembra o fertilización durante los días de lluvia intensa, proteger los cultivos jóvenes y reforzar las terrazas de contención para prevenir la pérdida de suelo fértil. En las zonas ganaderas, se aconseja resguardar los animales en cobertizos, mantener reservas de heno y garantizar el acceso a agua limpia para evitar cuadros de hipotermia.
El Senamhi señaló que estas lluvias forman parte de un patrón de transición hacia la temporada húmeda, y que su intensidad podría aumentar en noviembre si se mantiene la influencia de masas de aire frío y humedad provenientes del Atlántico.
Aunque las precipitaciones ayudan a mitigar la sequía registrada en meses anteriores, el desafío ahora es minimizar los daños y aprovechar el agua disponible mediante una gestión eficiente de los recursos hídricos. El comportamiento climático de las próximas semanas será determinante para definir la evolución de la campaña agrícola 2025-2026 y las expectativas de rendimiento en los principales cultivos andinos.