México

Hortalizas sin despegue en Sinaloa por falta de rentabilidad

Altos costos, bajos precios y temor a nuevos aranceles desde Estados Unidos frenan las siembras del ciclo otoño-invierno en el Valle del Fuerte.

La actividad hortícola en Sinaloa atraviesa un momento de estancamiento. Productores del Valle del Fuerte han decidido retrasar las siembras de la campaña otoño-invierno 2025-2026, ante un escenario dominado por costos de producción en alza, precios de venta a la baja y la incertidumbre comercial con Estados Unidos, especialmente en el caso del tomate, que podría enfrentar nuevos aranceles de importación.

El gerente de la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Fuerte, Francisco Javier Orduño Cota, explicó que la decisión responde a una falta general de rentabilidad en la agricultura. "La horticultura, al igual que los granos, no es rentable, así de sencillo. En los últimos años se ha perdido la relación costo-beneficio, y hoy las cuentas simplemente no cierran", expresó.

Según Orduño, los productores aún no definen qué cultivos establecerán este ciclo porque los números no garantizan utilidades. "La inversión es muy alta y no hay certeza de recuperar los costos. Esto afecta a todas las actividades agrícolas, no sólo a las hortalizas", señaló.

Altos costos y precios deprimidos

El dirigente explicó que la ecuación se ha vuelto cada vez más complicada: los fertilizantes, agroquímicos, semillas, mano de obra y transporte aumentan de precio, mientras que en los mercados internacionales las cotizaciones tienden a la baja. Esta combinación erosiona los márgenes de rentabilidad y genera incertidumbre entre los productores.

El panorama se agrava en cultivos específicos como el tomate, el chile, el pepino o la calabaza, que requieren inversiones iniciales elevadas y un manejo técnico riguroso. El tomate, por ejemplo, enfrenta la amenaza de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos, su principal destino de exportación, lo que ha generado una parálisis en las decisiones de siembra.

"Hay cultivos que ya perdieron su ventana de siembra, como el chile, que debía establecerse en septiembre. Ahora estamos dentro de las fechas adecuadas para papa, tomatillo, calabaza, pepino y tomate, pero muchos agricultores aún no se animan a sembrar", advirtió Orduño.

Calendarios en riesgo y rendimientos en duda

Los técnicos de sanidad vegetal y los investigadores del estado han diseñado calendarios de siembra específicos para cada cultivo, basados en estudios que demuestran cómo la fecha de establecimiento incide directamente en los rendimientos. En el Valle del Fuerte, el ciclo otoño-invierno inicia el 1 de septiembre con siembras tempranas de algunas hortalizas, mientras que los granos se establecen a partir de octubre.

Retrasar esas fechas implica riesgos agronómicos: el cambio en las temperaturas, la presión de plagas y las condiciones de humedad pueden reducir drásticamente la producción o incrementar los costos de manejo. "Sembrar fuera de fecha puede significar pérdidas seguras", subrayó el representante de la Junta Local.

A pesar de las advertencias, muchos agricultores optan por esperar hasta tener mayor claridad sobre los precios y los apoyos oficiales. El clima de incertidumbre económica y comercial ha llevado a que las siembras de hortalizas no despeguen en los niveles habituales de otros años.

La crisis de rentabilidad agrícola no es exclusiva de Sinaloa, pero golpea con especial fuerza a una región acostumbrada a ser referente hortícola nacional y exportador clave hacia Norteamérica. La combinación de altos costos, bajo poder de compra y amenaza arancelaria pone en jaque al modelo productivo que sostiene buena parte de la economía rural sinaloense.

Orduño lamentó que "cada año se complica más hacer agricultura", y advirtió que sin medidas estructurales que den estabilidad al sector, los productores seguirán reduciendo áreas o migrando a cultivos de menor riesgo.

En este contexto, el papel de las Juntas Locales de Sanidad Vegetal y los organismos técnicos cobra mayor relevancia, no solo para mantener la sanidad de los cultivos, sino también para orientar a los agricultores sobre decisiones productivas y alternativas más rentables.

El sector hortícola sinaloense enfrenta, así, un dilema estructural: sembrar con márgenes inciertos o esperar un repunte de precios que no llega. La combinación de presión de costos, competencia internacional y barreras comerciales mantiene a los productores en vilo, mientras el tiempo de siembra avanza y el calendario agronómico no se detiene.

Agrolatam.com
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