Repúplica Dominicana

Mangos sin mercado: la sobreproducción golpea al agro dominicano y enciende alarmas

La abundancia de mango en República Dominicana, lejos de ser una bendición para el agro, está generando pérdidas económicas, saturación en el mercado y riesgo de desperdicio de fruta. Productores piden medidas urgentes para evitar que el exceso se transforme en crisis.

Agrolatam.com

La campaña de mango 2025 en República Dominicana ha traído consigo una paradoja dolorosa: abundancia en el campo, pero preocupación en los bolsillos de los productores. La sobreproducción de esta fruta tropical, que en otros años fue sinónimo de éxito exportador, hoy amenaza con convertirse en un problema estructural para el agro nacional.

Productores de varias regiones, especialmente en las provincias de Peravia, San Cristóbal, Azua y Santo Domingo, han reportado cosechas significativamente superiores al promedio. Si bien el fenómeno climático y el manejo técnico eficiente han favorecido la floración y el rendimiento por planta, la capacidad del mercado interno y de exportación ha sido ampliamente superada.

"Nunca habíamos visto tanto mango junto, y sin embargo nunca nos había costado tanto venderlo," declara con preocupación uno de los productores de Baní. El precio de la caja ha caído más del 30 % respecto a la misma época del año anterior, y muchos agricultores optan por regalar la fruta o dejarla en el árbol ante la imposibilidad de colocarla en los canales comerciales.

Los exportadores también enfrentan obstáculos logísticos. La falta de contenedores refrigerados, la saturación de puertos y la debilidad en la cadena de frío dificultan el envío oportuno de la fruta a destinos clave como Estados Unidos, Europa y el Caribe.

A esto se suma una escasa capacidad de procesamiento industrial. A pesar de los avances en plantas de deshidratado y elaboración de jugos o pulpas, el país todavía carece de una infraestructura robusta para absorber los excedentes en épocas pico.

La Asociación de Productores y Exportadores de Mangos (APROMANGO) ha solicitado medidas urgentes al gobierno. Entre ellas, destacan la necesidad de establecer programas de compra pública, promoción para el consumo interno, subsidios al transporte y apoyo para la apertura de nuevos mercados.

El Ministerio de Agricultura, por su parte, ha reconocido la situación y anunciado que está trabajando en un plan de contingencia. Voceros de la entidad indicaron que se buscará fortalecer la articulación con el Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI) y otras instancias que puedan transformar el mango en productos con valor agregado.

Uno de los grandes desafíos es la falta de planificación de siembra a largo plazo. Con el aumento sostenido del número de hectáreas dedicadas al mango en los últimos cinco años, la producción creció más rápido que la demanda, generando un desbalance que ahora se refleja en campo.

"No hay política de manejo de excedentes. Si se da una buena campaña climática, como ahora, colapsamos. Si hay sequía, perdemos todo. Estamos atrapados en el azar," sostuvo un agrónomo de la región sur consultado por Diario Libre.

La situación también pone de relieve la necesidad de contar con un sistema de inteligencia comercial más sofisticado, capaz de anticipar tendencias, identificar oportunidades en tiempo real y diversificar los destinos de exportación.

A pesar del panorama complejo, expertos del sector coinciden en que la crisis puede convertirse en oportunidad. Con una adecuada inversión en tecnología, logística y asociatividad, República Dominicana tiene el potencial para transformarse en un referente regional no solo en producción, sino también en innovación mango-industrial.

El mango dominicano es valorado internacionalmente por su sabor, color y calidad. Variedades como Keitt, Kent, Tommy Atkins y Mingolo ya son reconocidas en mercados exigentes. Sin embargo, para que ese prestigio se traduzca en ingresos sostenibles, es necesario fortalecer todo el ecosistema agroexportador, desde el vivero hasta la góndola.

Mientras tanto, en los campos, la fruta sigue madurando. Y con ella, crece el reclamo de políticas públicas que acompañen al productor más allá de la cosecha. Porque cuando la abundancia se convierte en amenaza, es el modelo de desarrollo agrícola el que está en juego.

Agrolatam.com
Esta nota habla de: