Las fuertes lluvias registradas entre la noche del sábado y la madrugada del domingo provocaron un desborde del arroyo El Crespo, lo que obligó a interrumpir el tránsito en dos tramos de la Ruta Nacional 226, una de las principales vías que conecta las localidades bonaerenses de Tandil y Balcarce.

Durante varias horas, el agua cubrió por completo la calzada, dejando intransitable una zona clave del corredor que une el centro con el sudeste de la provincia de Buenos Aires.Según informó Radio Gabal, el primer corte se produjo a la altura del kilómetro 73, en inmediaciones del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), donde Gendarmería Nacional debió interrumpir el paso de todos los vehículos y hacer retornar a los conductores por motivos de seguridad.

El segundo punto afectado se ubicó en el kilómetro 89, entre Ayacucho y Balcarce, donde también se implementó un corte total preventivo ante la presencia de agua sobre la cinta asfáltica. Las imágenes captadas por drones mostraban una gran acumulación de agua sobre la ruta, dejando en evidencia la magnitud de la crecida.

"Las autoridades solicitan a los automovilistas no intentar atravesar los sectores anegados y evitar transitar por la Ruta 226 hasta que la situación climática se estabilice y los equipos de Vialidad Nacional determinen que la vía está nuevamente segura", señalaron desde el operativo de emergencia.

Con el correr de las horas y tras el trabajo conjunto de las fuerzas de seguridad, la situación comenzó a normalizarse. Pasadas las 19, las autoridades confirmaron que la circulación fue restablecida en ambos sentidos, sin demoras ni desvíos.

Los equipos de Vialidad Nacional continúan monitoreando la zona debido a que las condiciones del suelo permanecen inestables y se prevén nuevas lluvias en las próximas horas.

El fenómeno dejó además anegamientos en caminos rurales y zonas bajas cercanas al arroyo El Crespo, afectando a pequeños productores agropecuarios y vecinos que viven en las inmediaciones.

La Ruta 226, que une Mar del Plata con Olavarría atravesando Tandil y Balcarce, es un corredor estratégico para el transporte de carga y el movimiento turístico en la región. Por eso, cada evento climático de estas características genera impacto económico y logístico tanto en la zona serrana como en la producción agropecuaria del sudeste bonaerense.