Agricultura

Soja 2025/26: la siembra caerá en 800.000 hectáreas por el avance del maíz y el girasol

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyecta que el área destinada a soja será de 17,6 millones de hectáreas, un 4,3% menos que en la campaña pasada.

Factores climáticos, económicos y la mayor competitividad del maíz y el girasol explican el retroceso, aunque la oleaginosa se mantiene como uno de los cultivos más relevantes de la rotación argentina.

La soja argentina perderá superficie en la campaña 2025/26, interrumpiendo cuatro años de tendencia alcista. Según el informe de pre-campaña de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la siembra alcanzará 17,6 millones de hectáreas, lo que representa una caída de 800.000 hectáreas respecto a las 18,4 millones del ciclo anterior. La baja equivale a un 4,3% interanual, pero aun así el área se mantendrá como la segunda más elevada de los últimos cinco años, por encima del promedio de 17 millones de hectáreas.

Evolución de la superficie sembrada con soja en Argentina (2015-2025).

La reducción está vinculada principalmente a la menor intención de siembra de soja de primera, frente a un escenario donde el maíz recupera protagonismo tras la baja en la presión de la chicharrita y el girasol gana terreno en zonas como Córdoba y el sudeste bonaerense. El crecimiento del trigo también desplaza a la soja temprana, aunque al mismo tiempo impulsa un mayor volumen de soja de segunda, lo que atenúa la caída a nivel nacional.

En el plano regional, el norte del país muestra la mayor retracción, con maíz y girasol desplazando a la oleaginosa. En la región central, que incluye los núcleos productivos de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, la menor competitividad de la soja frente al maíz y el avance del trigo condicionan la siembra de primera. En Buenos Aires, los excesos hídricos generan incertidumbre: si persisten, podrían reducir la implantación de maíz y girasol y abrir espacio a más soja. En el sur, la sustitución hacia otros cultivos es más marcada en el sudeste, mientras que en el sudoeste los márgenes son algo más favorables para la oleaginosa, permitiendo sostener la superficie.

El escenario climático arranca con perfiles de suelo recargados y buenas condiciones de humedad. Para la primavera se esperan precipitaciones dentro de lo normal, con excesos en el NOA y Chaco y un posible período seco y caluroso hacia fines de estación en la región pampeana. Durante el verano, las lluvias se mantendrían en niveles históricos, aunque con contrastes: exceso hídrico en el norte y déficit en el sudoeste bonaerense.

En el plano internacional, la producción mundial de soja alcanzaría 426,3 millones de toneladas, con un incremento del 0,57%. Brasil liderará con un volumen récord de 175 millones de toneladas, mientras Estados Unidos retrocede a 116,8 millones, afectado por precios y tensiones comerciales con China. A nivel local, el precio de la soja a cosecha mayo-2026 se ubica en 295 dólares por tonelada, un 4,2% más que el año pasado, aunque un 3,4% por debajo del promedio quinquenal.

Los insumos continúan condicionando la siembra. Los fertilizantes fosfatados subieron un 37% y los nitrogenados un 39,3% en el mercado internacional. En Argentina, los aumentos fueron más moderados, pero aun así deterioran la relación insumo-producto, que cayó un 12,1% respecto a la campaña pasada. En contraste, el precio del glifosato cayó un 16,1%, y el combustible se redujo un 1,4%, dando cierto alivio.

Con este panorama, los márgenes siguen ajustados y en varias regiones resultan incluso negativos. A pesar de la caída, la soja se mantiene como un cultivo central en la rotación argentina, aunque el avance del maíz y el girasol plantea un cambio en el mapa productivo que podría profundizarse en los próximos años.

Agrolatam.com
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