Suben las relaciones Insumo-Producto y se resiente la capacidad de compra del productor
Un informe revela que se necesitan más quintales para adquirir insumos clave. La tendencia afecta al maíz, la soja, el trigo y la cebada, y obliga a repensar estrategias de manejo y eficiencia.
La edición de junio 2025 del informe técnico sobre capacidad de compra de productos agrícolas confirma un dato clave para el productor: en promedio, hoy se necesitan más quintales de grano para adquirir la misma cantidad de insumos y servicios que hace un año. El análisis abarca los principales cultivos extensivos (maíz, soja, trigo y cebada) y los insumos más representativos, como glifosato, urea, fosfato, mano de obra y transporte.
El deterioro de la relación insumo-producto es generalizado, aunque con diferencias importantes según el cultivo y el tipo de insumo. En líneas generales, la tendencia es menos favorable que en 2024 y que el promedio de la última década, lo cual resiente la rentabilidad del campo y plantea nuevos desafíos para la planificación productiva.
En maíz, se observa una leve pérdida de capacidad de compra, con un incremento del 29% en la relación con el glifosato respecto al promedio histórico, y un 58% más de quintales necesarios para cubrir costos de mano de obra. En contraste, la urea y el fosfato presentan variaciones más estables, lo que abre margen para ajustes estratégicos en el uso de fertilizantes.
Para soja, la situación es mixta: mientras que el glifosato muestra una mejora relativa (necesita un 4% menos de quintales que en 2024 y un 20% menos que en la media 2014-2024), los costos en mano de obra (80%) y transporte (25%) suben significativamente. Fertilizantes como urea y fosfato también reflejan aumentos moderados.
En el caso del trigo, todos los insumos analizados registran alzas de entre el 13% y el 36% respecto a junio de 2024. Aunque estas subas son más moderadas frente al promedio de la década, siguen marcando una tendencia desfavorable. Esto invita a repensar las estrategias de eficiencia en la etapa previa a la siembra, donde la toma de decisiones puede ser más ajustada.
La cebada presenta un comportamiento similar al trigo, aunque con variaciones menos pronunciadas. En algunos casos, como la urea y el fosfato, los aumentos en la relación insumo-producto son menores al 10%. Sin embargo, el glifosato se encarece un 28% respecto al promedio, consolidando su peso como factor crítico.